El gobierno de Panamá anunció este viernes 8 de septiembre que intensificará la deportación de los migrantes que ingresan al país por la peligrosa selva del Darién, frontera con Colombia, con el fin de frenar la ola migratoria hacia Estados Unidos.
La directora nacional de Migración, Samira Gozaine, en rueda de prensa dijo que “dentro de nuestras capacidades y presupuesto incrementaremos las acciones para ir paulatinamente y progresivamente aumentando las deportaciones y expulsiones de migrantes que ingresen de forma irregular al país”.
La frontera natural del Darién, se ha convertido en los últimos años en un corredor para los migrantes que, desde Sudamérica, tratan de llegar a Estados Unidos a través de América Central y México.
Según datos oficiales, en lo que va de año más de 348.000 personas han cruzado el Darién, pese a que Estados Unidos ha advertido de que no permitirá ingresar a su territorio a quienes entren de manera irregular a Panamá.
Las medidas para contener la ola migratoria, que rigen a partir de esta fecha, “se harán para todas aquellas personas que permanezcan de manera ilegal o pretendan permanecer de manera ilegal en el territorio” panameño, advirtió.
Con este fin, el gobierno panameño está preparando diversas aeronaves y está en proceso de contratación de vuelos chárter para la deportación de migrantes.
La canciller panameña, Janaina Tewaney, informó el pasado miércoles 30 de agosto que el presidente panameño, Laurentino Cortizo, se reunirá con su par colombiano, Gustavo Petro, en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York, para abordar, entre otros temas, la crisis migratoria.