Una multitud estimada en más de un millón de fanáticos festejó el lunes 7 de noviembre la coronación de los Astros en la Serie Mundial con un desfile por el centro de Houston.
Sulvester Turner el alcalde de Houston había alentado a los aficionados que quisieran asistir al desfile de la victoria para “llegar temprano, lucir los colores de los Astros, ser ruidosos y celebrar con seguridad”.
No se ha difundido un conteo sobre el número de personas que participaron en el desfile. Pero éste habría rebasado el millón que asistió al festejo de 2018, cuando los Astros ganaron también el Clásico de Otoño, dijo Mary Benton, vocera de Turner.
El desfile, que empezó al mediodía y duró un par de horas, hizo que las aceras lucieran repletas de personas, mientras los jugadores de los Astros desfilaban en carrozas y autobuses, desde donde saludaron a la multitud.
La celebración transcurrió sin percances serios, salvo por la detención de un hombre de 33 años, quien fue acusado por la policía de Houston de lanzarle una lata de cerveza al Senador Federal Ted Cruz, quien viajaba en la parte posterior de un camión como parte del desfile.
Las autoridades afirmaron que la lata golpeó al senador por Texas entre el pecho y el cuello, sin causarle lesiones que requirieran atención médica. La policía hizo el arresto sin revelar el nombre de la persona, que sería acusada de agresión. Algunos videos del desfile mostraron a grupos de personas que abucheaban a Cruz cuando pasaba.
El cubano Yordan Álvarez fue clave al conectar un cuadrangular de tres carreras en el sexto duelo, y así los Astros aseguraron su segundo campeonato de Serie Mundial en seis temporadas el sábado 5 de noviembre, al derrotar 4-1 a los Filis de Filadelfia.
La victoria del sábado 5 le dio a Dusty Baker, el mánager de 73 años, su primer campeonato en 25 años de trayectoria, los tres más recientes en Houston.
AP