“Hasta ahora, nosotros lo que estamos es viendo es pura ´Familia Miranda’, es decir, que el comercio está abarrotado de gente desde hace ya varios días, pero la gran mayoría entra a las tiendas a mirar y preguntar por los precios, y así como llegaron, se van sin comprar nada”.
De esa forma se expresaron los encargados de dos conocidos establecimientos comerciales del centro de Barquisimeto, e incluso hasta un trabajador de la economía informal, consultados al respecto por este diario.
Así, la señora Maribel Sivira, gerente de una tienda de variedades, dijo que “tenemos el negocio totalmente surtido, y a estas alturas no hemos vendido nada, comparado con la misma época del año pasado”.
Por su parte, María (“La China”) Fréitez, de una famosa tienda de calzados, se expresó en términos similares.
-Y ahora –explicó–, hemos tenido que también vender empanadas, como una especie de paliativo ante las escasas ventas de lo que tradicionalmente ofrecíamos al público.
Y Pedro Guanipa, un comerciante informal barquisimetano de toda la vida, vendedor de pequeñas variedades y hasta de pan dulce gigante, afirmó que “aquí nunca habíamos vivido una situación como ésta, porque casi todo el mundo, o sea los que pasan por aquí, lo que hacen es puro preguntar por los precios, y más nada”.
Para conocimiento de nuestros lectores, valga señalar que el término “Familia Miranda” es muy común entre los comerciantes establecidos de Barquisimeto, para definir situaciones como la antes descrita, “porque la gente es pura miradera, y nada de comprar”.
Reinaldo Gómez
FOTO: Ángel Zambrano