El 8 de diciembre de 1980, hace 41 años el mundo entero se enmudeció. John Lennon y su esposa Yoko Ono regresaban a su casa tras una sesión de grabación, cuando un hombre surge ante el edificio Dakota y dispara cinco veces contra el músico.
Gravemente herido, Lennon es llevado urgentemente a un hospital en el asiento trasero de un coche de policía. Pero había perdido demasiada sangre y “no tenía la menor posibilidad de sobrevivir”, explicó un médico que estuvo presente durante su atención.
El exBeatle John Lennon ha sido asesinado el lunes frente a su domicilio en Nueva York”: el primer despacho de aquella noche inicia una amplia cobertura de la AFP sobre el trágico asesinato de un artista cuya popularidad era planetaria.
El asesino, detenido en el lugar del crimen, se llama Mark David Chapman, tenía 25 años y dice no haber podido resistir a las “voces” que lo impulsaron a matar al reconocido músico Lennon.
Chapman se había sumado a otros fans frente al domicilio del cantante durante horas previas al fatal acontecimiento, donde el propio Lennon le firmó un autógrafo en un ejemplar de “Double Fantasy”, su nuevo disco.
Es una “gran tragedia”, afirmó el entonces presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan (Quien también venía del mundo artístico), poco después del anuncio de la muerte del músico, mientras que miles de personas se congregaban en las adyacencias del Central Park.
Pocos días después, el 14 de diciembre, unas 200 mil personas se concentraron en el Central Park, a dos pasos del escenario del crimen, para rendirle tributo.
Hoy a cuatro décadas de su muerte, su legado permanece vigente. Las letras de sus canciones siguen siendo versionadas por músicos y cantantes en el mundo entero. Bien vale recordar que estudiosos en la materia musical establecen a Lennon-McCartney como la segunda dupla de compositores de mayor trascendencia de la historia, solo superados en universalidad por Mozart y Beethoven.
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