La gente en Venezuela no quiere el bolívar porque no es reserva de valor, no es un método de ahorro y su poder de compra se pierde a gran velocidad, dijo el economista Aarón Olmos, también especialista en Finanzas de Empresas y profesor con postgrado del Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA).
Indicó que «independientemente en que el bolívar sea nuestra moneda de curso oficial, mucha gente no la quiere, precisamente por la ineficiencia de la política económica».
Aclaró que en ocasiones los comerciantes sólo aceptan divisas como método de pago, ya que piensan en la reposición de inventario. «Reciben bolívares y entonces necesitan más bolívares para comprar distintos productos. No hay confianza en la moneda, en la política del Banco Central de Venezuela, no la hay en las instituciones, ni en la economía», añadió.
Expresó que si bien las personas reciben bolívares, y están obligados a hacerlo, automáticamente acuden al mercado paralelo o al de divisas. Cualquiera de las vías, oficial o no, para conseguir divisas, ya que es lo único que le garantiza al ciudadano que su trabajo, que se mide en dinero, se pueda respaldar en el tiempo.
CÓMO FRENAR AUMENTO DEL DÓLAR
Olmos insistió que el problema en la constante variación de la tasa del dólar no se corrige sólo con políticas monetarias o cambiarias, controlando o buscando el encaje legal para restringir el consumo financiado con la banca o inyectando o poniendo dólares constantemente a la economía. «Es un problema mucho más complejo que se tiene que corregir, en principio, con política comercial».
Señaló que se trata de una solución ligada a la producción de bienes y servicios, incentivar el crédito para los productores industriales y empresarios, así como dar excepciones fiscales para que las empresas puedan producir y generar empleos.
Con información de El Pitazo