Para el primer vicepresidente de Acción Democrática (AD) en resistencia, Edgar Zambrano, la relación directa entre el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden y su homólogo venezolano Nicolás Maduro, detenta un peso geopolítico con timbre mundial de estricto seguimiento, “en los acuerdos que deben avanzar mucho más de lo mostrado hasta ahora”.
El dirigente político nacional de AD, destaca que “con este escenario como alfombra resolutiva, se revisan discursos y posturas, además se reconocen actores y se validan diálogos, las fuentes de lado y lado se asemejan en el reclamo circundante, dándole carácter constitucional a la exigencia ciudadana, que permite tomar la política inteligente como bandera contra la crisis y los extremos”, dice.
Zambrano asegura que los esfuerzos se dirigen al “complejo” cuadro electoral presidencial, donde a su juicio deben privar normas universales, derechos humanos, políticos y garantías constitucionales como: Una persona un voto, certeza del sistema de conteo del ente rector, libertad de movilización, protección de identidad del elector sin usurpación de ningún tipo, libertad de acción para los medios de comunicación social, libertad de observación internacional, y la no judicialización de las organizaciones partidistas y libertad de prisioneros políticos civiles y militares.
El diputado electo en 2015, asevera que se “emprenden diálogos aquí y allá, encuentros tras bastidores, descuentos públicos, mostrando la queja del incumplimiento, acciones paralelas desconocidas en público, presentando posteriormente temas acabados”, en este sentido, llamó a transitar “hacia donde nunca debimos irnos, la política”.
A través del mandado popular, María Corina Machado, legitimada con el voto del pasado 22 de octubre, se reafirma la hoja de ruta pautada para este 2024, que debe culminar con un proceso electoral, tal y como lo establece la Constitución de Venezuela.
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