Ante la presencia de un piquete de unos 35 ó 40 funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana, dirigentes de los gremios de las tres universidades públicas y autónomas del Estado Lara –vale decir profesores, empleados y obreros- acudieron a la sede de la Inspectoría del Trabajo “José Pío Tamayo” del Estado Lara, en horas de la mañana de este martes.
Estuvieron allí conocidos líderes de esos gremios universitarios, tales como Débora Velásquez de Valecillos, presidenta de la Asociación de Profesores de la Universidad Centroccidental “Lisandro Alvarado” (APUCLA).
-Blanca Terán de Arrieta y Gonzalo Meléndez, presidentes de sus similares del Instituto Pedagógico y del Instituto Politécnico, ambos de Barquisimeto, respectivamente.
De igual forma, estaban presentes Fátima dos Santos y Rubén Darío Albornoz, presidentes de las Asociaciones de Empleados del Instituto Pedagógico y de la UCLA, respectivamente.
La profesora Velásquez informó al equipo periodístico de este medio de comunicación social que “hemos consignado por antela Inspectoría del Trabajo un documento en el cual describimos con crudeza la triste realidad de nuestra actual situación a nivel profesional y a nivel laboral”.
-Se trata –puntualizó- de una situación que ya hemos planteado con anterioridad desde el año pasado porante otras instancias públicas del Estado, pero, fundamentalmente, ante el Ministerio de Educación Universitaria, sin que hayamos tenido hasta ahora respuesta alguna.
-¿Y por qué ante este último despacho? Bueno, porque es el que tiene que garantizar todas las condiciones necesarias, tanto ante los profesores como ante empleados y obreros, para que la actividad académica se desarrolle en su conjunto con toda normalidad.
“Triste situación laboral…”
Ante una pregunta, dijo que, entre algunos de los aspectos de esa “triste situación laboral” que están afrontando “no solamente nosotros, sino todos los trabajadores universitarios de Lara”, se pueden mencionar:
-No hay condiciones para incorporarnos a dictar clases, ni por vía virtual, porque muchos profesores no tienen computadora, ni existe en las universidades la plataforma informática adecuada para ello.
-Y, además, porque, para las clases presenciales, no se garantizan las mínimas condiciones de bioseguridad contra la pandemia del coronavirus.
-Luego, el tener unos salarios de miseria, al extremo de que el profesor que más gana devenga es un sueldo de Bs. 3.900.000 mensuales, pero en igual situación, proporcionalmente, se hallan empleados y obreros.
-De paso, no contamos con seguridad social, porque el gobierno nos eliminó todos los beneficios laborales…
-Y, para quienes tienen carro, no hay gasolina, aparte de que no funciona el transporte colectivo, sin contar con que no hay dinero en efectivo, por únicamente citar alguno de esos aspectos, que son tan negativos para poder desempeñar nuestro trabajo.
Por su parte, Blanca Terán de Arrieta y Gonzalo Meléndez enfatizaron que “lo que le estamos pidiendo ahora a la Inspectoría del Trabajo es que sea intermediaria ante el gobierno nacional, para que se aboque a la solución de tan calamitosos problemas”.
Y, refiriéndose a la presencia policial allí desplegada, manifestaron:
-Ojalá que también hubiera piquetes policiales para resguardar a las instalaciones universitarias larenses del descomunal vandalismo, saqueo y destrucción de que han sido objeto.
-Pero vamos a seguir adelante –remataron-, venciendo a las sombras con que este gobierno amenaza sumir al país.
Valga finalmente destacar que, como una muestra de solidaridad con los dirigentes actuantes, estuvieron también presentes allí el profesor Luis Arroyo, presidente del Colegio de Profesores del Estado Lara.
Y los bachilleres Zaír Escalona y Manuel Guzmán, ambos dela Escuela de Ciencias Económicas la UCLA.
Reinaldo Gómez
Fotos: Ángel Zambrano