Anderson Piña Pereira.- El colapso eléctrico por el que atraviesa el país desde hace un mes aproximadamente, no sólo ha afectado a los centros de salud, comercios, restaurantes y hogares, sino que también ha comprometido la producción de formas eucarísticas, que están representadas en la hostia, a tan sólo poco días del inicio de la Semana Santa.
Así lo deja saber la hermana Ormida Veliz, quien junto a otras tres personas trabajan en la Congregación Siervas del Santísimo Sacramento, ubicado al lado del Santuario Nuestra Señora de la Paz.
“Con estas series de apagones, hemos dejado de trabajar por espacio de dos semanas”, relata Véliz, quien además revela que actualmente la congregación fabrica hostias para un total de 112 parroquias eclesiásticas, sin contar las iglesias de Portuguesa y Yaracuy, que también retiran las formas eucarísticas.
Señala que la producción ha mermado, debido a que los cortes eléctricos de hasta dos y tres días seguidos hacen que el trabajo y los pedidos se retrasen, ya que ellos trabajan con la electricidad.
Confiesa que una parroquia como la de Santa Rosa o la Santísima Trinidad, por lo general, tiende a llevarse hasta 6.000 hostias y en Semana Santa, por lo general se duplica o triplica.
José Antonio Corova, quien también trabaja en la producción de hostias, afirma que generalmente en la Semana Mayor algunas parroquias solicitan hasta 16 mil unidades, debido al incremento de fieles en las iglesias.
En un día normal y sin apagones, se elaboran hasta 8.000 formas, pero ante la contingencia apenas se producen al 50 %, cuenta Corova.
Ándres Carrillo es párroco de la iglesia Santa Gema localizada en la carrera 29 con calle 34, precisa a EL INFORMADOR, que en su parroquia por lo general reparte semanalmente entre 500 y 600 hostias consagradas, mientras que en la semana el promedio ronda las 200.
“La última vez que traje formas eucarísticas, hace unos meses atrás viajé a Caracas y traje alrededor de 10.000 hostias”, acota.
Sólo harina todo uso
A los apagones también se le suma la escasez y alto costo de la harina de trigo, que también dificulta la elaboración del pan ácimo, el cual cabe acotar sólo contiene agua y harina.