El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, lamentó la muerte del Príncipe Felipe, Duque de Edimburgo, quien a su juicio «inspiró» y se ganó el «afecto» de varias generaciones de británicos.
Johnson dijo que el príncipe contribuyó durante décadas a que la monarquía británica «se mantenga como una institución indiscutiblemente vital para el equilibrio y la felicidad de nuestra vida nacional».
En un discurso frente a su residencia oficial de Downing Street, el jefe de Gobierno resaltó que el esposo de la reina Isabel II era «una de las últimas personas en este país que sirvieron durante la Segunda Guerra Mundial».
El príncipe destacó en la guerra por su «valentía«, por lo que Boris Johnson le agradeció en nombre de la nación su «extraordinaria vida y trabajo».
Tanto Isabel II como el resto de la familia real han perdido no solo a una «figura pública altamente respetada», sino a «un marido devoto, un padre orgulloso y cariñoso, a un abuelo y, en los últimos años, un bisabuelo», dijo el primer ministro.
Douleydis Romero
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