Nacho celebra sus raíces llaneras con un álbum conceptual en el que rememora su infancia, sus inicios en la música y el amor por su país, Venezuela.
Con 10 canciones interpretadas con los instrumentos típicos venezolanos, arpa, cuatro y maracas, acompañados por un bajo eléctrico, el cantante urbano-tropical lanzó “Nacho Folkórico” (Universal Music) el viernes junto con el video musical del tema que abre el disco, “Mi expresión”.
“Aquí estoy cumpliendo un sueño que tenía desde pequeño y se ha hecho realidad / Cantar música llanera para mí es felicidad / Porque la llevo en el alma, esa es una gran verdad”, canta Nacho al comienzo del tema, expresando de entrada lo que significa para él este proyecto.
“Obviamente me siento muy orgulloso representando a los jóvenes con la música moderna”, dijo Nacho a The Associated Press en una entrevista reciente desde Miami, donde reside. “Pero después de haber logrado popularidad con mi estilo de música urbana, creo que es una gran responsabilidad que tengo que asumir de no seguir alejando a los jóvenes de lo que naturalmente nos define, sino tratar de aportar, rescatar mis raíces y mostrarles de dónde venimos, cuál es nuestra música real”.
El antiguo miembro del dúo Chino & Nacho, conocido por canciones pop como “Mi niña bonita” y “Andas en mi cabeza”, ha disfrutado de una sólida carrera desde que debutó como solista en 2017 con éxitos que incluyen “No te vas”, “Báilame” y “La buena” y videos que suman cientos de millones de vistas en YouTube.
El músico, cuyo verdadero nombre es Miguel Ignacio Mendoza Donatti, nació en Lechería, en el estado nororiental de Anzoátegui, y creció en el seno de una familia que no perdía la oportunidad de tocar música folklórica venezolana cada vez que se juntaba.
“Simplemente era un hobby familiar. En cada una de las reuniones, todo el mundo se pasaba el cuatro como la papa caliente y empezaba cada uno a cantar sus canciones o canciones reconocidas dentro del género del folklore, y así empecé yo», recordó. “Aprendí a cantar a través de la familia de mi madre”.
Ya en la escuela primaria comenzó a participar en festivales de música folklórica y se llevó más de un galardón a casa cantando joropo.
«Pero obviamente a uno le llegan los embates del modernismo y llega un momento digamos a los 17 años donde yo empiezo a experimentar y empiezo a escuchar rock, a escuchar merengue, a escuchar salsa, a escuchar pop, y a contagiarme de todos esos ritmos que me ayudaron a ser mucho más versátil en la música, pero que me separaron completamente de mis raíces venezolanas», dijo.
Presentar un proyecto autóctono era de suma importancia para el artista de 38 años, quien se abstuvo de experimentar y reclutó a los escritores de música criolla venezolana Rolando Díaz, Enrique Belizario, Wilfredo Vegas, Elio Díaz y Bartolo Jiménez para que plasmaran “las palabras de nuestro llano venezolano, ese léxico que define a nuestro folklore”.
El resultado puede escucharse en canciones como “Tonada”, “Con vista al mar”, “La derrota”, “Mujer” y “Dos naciones, un folklor”, que interpreta junto a Carlos E. Ochoa en el arpa, Yosmar Cabrera en el cuatro, Erick Chourio en las maracas y Milvier Ortiz en el bajo.
Cada tema tiene su respectivo video, que combina escenas de los músicos tocando en la casa de Nacho en la ciudad de Maracay, a unos 120 kilómetros (75 millas) al oeste de Caracas, con otras montando a caballo en paisajes llaneros o sentado en la playa. La dirección corrió a cargo de Wilmer Romero.
Emocionado con este proyecto, Nacho confiesa que tiene “unas expectativas altísimas” y la esperanza de que sus colegas reconozcan el trabajo y el esfuerzo que se hizo en materia de producción.
“Te lo juro que fuimos súper meticulosos a nivel de mezcla, a nivel de mastering, a nivel de grabación, de cuantización… Todo fue muy bien cuidado, entonces quisiera que por lo menos mis colegas lo oyeran. Siento que es un trabajo bellísimo», dijo.
Adelantó que su próximo álbum, titulado “Como antes” y que espera lanzar en agosto, lo devolverá al sonido que creó junto a Chino Miranda (ahora conocido artísticamente como Chyno) en sus inicios.
“Durante mi época como solista he experimentado encima de muchísimos ritmos como para no faltarle el respeto también al sonido que se logró como dúo, pero yo siento que ahí es donde básicamente está mi esencia”, dijo Nacho. “(Ahora) me reencuentro conmigo, con esa base tropical de merengue y de canciones que tienen su toque jocoso y su historia, canciones que tienen algo de sustancia a nivel de composición”.
Sobre la salud de Chyno — quien continúa en recuperación y alejado de la luz pública tras sufrir un caso grave de COVID-19 a finales de 2020 que llevó a una parálisis y otras complicaciones — dijo que, al igual que la mayoría de la gente, él se encuentra un poquito ajeno a todo ese proceso.
Sin embargo, arrojó algo de esperanza por una conversación reciente que tuvo con la prima de Chyno, quien dijo es quien “lleva digamos el liderazgo de su recuperación”.
“A pesar de que ella no se va mucho hacia los detalles, pues ahorita es primera vez que hablo con ella y me dice cosas muy positivas, que le han hecho exámenes que han salido súper positivos, y que siguen trabajando en la recuperación de él”, dijo Nacho. “Toca esperar a que ellos sientan que él está preparado para volver a comunicarse, para volver a estar digamos en la palestra pública, y a mí también me toca esperar”.
“A mí me encantaría verlo bien, me encantaría volver a compartir música con él”, agregó el músico, recordando que, justo antes de que Chyno enfermera, grabaron un álbum que se suponía que iba a ser su gran reencuentro. “Con el favor de Dios… Queremos que se mejore”. AP