Conchita Santos de Oropeza: La Raza Carora tiene bondades para enfrentar la crisis de la ganadería lechera < El Informador Venezuela
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Conchita Santos de Oropeza: La Raza Carora tiene bondades para enfrentar la crisis de la ganadería lechera

                                                        La hacienda San Rafael está ubicada en Arenales. Son  ciento veinte  hectáreas de tierras fértiles y  fáciles de mecanizar a la orilla del rio Tocuyo. Por muchos años ha sido el núcleo ganadero con  los más altos promedios de producción de leche en el Municipio Torres. Su rebaño es de alto mestizaje, Holstein y Pardo suizo básicamente, con un componente de Carora para darle rusticidad.

                                                           La vida convirtió a la señora Conchita Santos de Oropeza en responsable de manejar esta finca como una de los propietarios, ella es sicopedagoga de profesión y como especialista en temas conductuales capacitó a su personal para que cumpliera con rigor un esquema de trabajo que dio soporte a la alta eficiencia productiva y gerencial de esta hacienda. Además  a Conchita se le hizo fácil investigar sobre conducta animal y adiestro a sus vacas para que cumplieran una rutina diaria de los potreros a las vaqueras sin necesidad de intervención humana.

                                                              Con este modelo San Rafael tenía un promedio de 20 litros de leche diaria por vaca, unos animales bien cuidados, con sus raciones completas de alimentos concentrados y una atención sanitaria apegada a los más exigentes protocolos internacionales, Todo ello se puso de manifestó en las ferias de Carora del 2015 cuando arrasó logrando los mejores premios.

                        UN MISIL EN LA LINEA DE FLOTACION

                                                                 Conchita es de ascendencia canaria , pueblo de grandes navegantes ,por ello nada mejor que explicar con una metáfora marinera el impacto que sufrió su hacienda a consecuencia de la crisis económica que hizo imposible mantener los equilibrios en la producción de leche en los núcleos especializados, donde el uso de alimentos concentrados es primordial, al igual que el de una asistencia veterinaria  de alta frecuencia , ambos elementos elevaron sus cotos de forma que fue imposible mantenerlos en la estructura de costos sin ir a la quiebra.

                                                                 No había manera de seguir trabajando con estas vacas preciosas y obedientes, enormes y de ubres espectaculares. Conchita sufrió al tener reducir su rebaño de mil doscientas a setecientas vacas. Al mismo tiempo cambió su perfil de mestizaje para sobrellevar la crisis y mantenerse con saldo positivo en la contabilidad. Le aconsejaron introducir vacas bos indicus, senepol, limonero y otras razas de muy buena adaptabilidad al calor, pero ella asesorada por Asocrica asumió como opción salvadora elevar el componente Carora en el mestizaje.

                                            DE OSCURO A BLANCO

Conchita Santos de Oropeza con sus vacas Carora.

                                                                Ahora en San Rafael el paisaje  animal cambio y ya se observa  ver en los potreros  muchas  vacas blancas que caminan a su gusto bajo un sol calcinante, moviéndose constantemente para buscar el pasto más sabroso, También son mansas y obedientes y cumplen como buenas alumnas la rutina diseñada por Conchita de caminar solas del potrero a las vaqueras y viceversa.

                                                               El proceso de adaptación al nuevo esquema fue duro. Al no contar con presupuestos de manejo con insumos costosos algunos animales recién nacidos no resistieron las condiciones impuestas por la estreches económica y fallecieron, entonces con sabiduría Conchita expresaba, la propia vida va haciendo la selección de los animales más resistentes, logrando actualmente tener un rebaño de alto mestizaje  con Carora  como base manteniendo el componente de Holstein y Pardo suizo.

                                                            En San Rafael ya no tienen promedio de 20 litros, bajaron a 14, pero con la seguridad de estar bien equipados genéticamente ante los vaivenes de la crisis y con el optimismo de tener unas vacas que a pastoreo y una muy reducida suplementación alimenticia, se mantienen sanas y productivas con una asistencia veterinaria rigurosa pero de menos costo.

             EL CARORA TIENE QUE SER UNA RAZA  PARA TODOS

                                                               Conchita Santos sostiene que las vacas Carora son, gracias a sus bondades  una gran opción   para la ganadería de leche en Venezuela. El problema-dice- es que los caroreños miramos mucho para adentro de nosotros mismos y no promovemos esta raza como debe ser. Claro que está en todo el país y quienes la trabajan saben de sus bondades, pero hace falta una mayor difusión. Por ello felicito a la directiva de Asocrica por poner en práctica una campaña de relanzamiento de las vacas Carora como los animales lecheros   con alta resistencia y excelente adaptabilidad  a las duras condiciones  ambientales y económicas que tiene la explotación ganadera en Venezuela.

 Jorge Euclídes Ramírez

Fotos:  Cortesía

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