Este sábado la policía de Israel se enfrentó con manifestantes palestinos en las afueras de la Ciudad Vieja de Jerusalén durante la noche más sagrada del ramadán, en una exhibición de fuerza que amenazaba con profundizar la peor agitación religiosa registrada en varios años en la ciudad santa.
Horas antes, la policía bloqueó el tránsito de camiones con peregrinos árabes que se dirigían a Jerusalén a orar en el tercer sitio más sagrado del islam.
La policía defendió su proceder y señaló que se trató de medidas de seguridad, pero fueron consideradas como provocaciones por musulmanes que acusan a Israel de amenazar su libertad de culto.
Las reivindicaciones enfrentadas en Jerusalén oriental, donde se ubican templos importantes judíos, cristianos y musulmanes, constituyen el meollo del conflicto israelí-palestino y han desencadenado fuertes oleadas de violencia anteriormente.
Los disturbios ocurrieron un día después de los enfrentamientos que, según médicos, dejaron más de 200 palestinos heridos en el complejo de la mezquita Al-Aqsa y otras partes de Jerusalén.
La violencia del viernes suscitó las condenas de los aliados árabes de Israel y llamados a favor de la calma de parte de Estados Unidos, Europa y Naciones Unidas, mientras la Liga Árabe convocó para el lunes una reunión de emergencia./SYGA
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