En las colas de gasolina el coronavirus no es más importante que la gandola.
Este domingo cientos de larenses amanecen por cuarto día en una fila de hasta ocho cuadras, formadas en varias bombas, dolarizadas o en bolívares. En otras ciudades del país hay reportes de la misma situación, y hasta peor.
La semana de cuarentena comenzó con abastecimiento sólo para sectores priorizados. Aproximadamente a mitad de la misma particulares reportaron haber echado gasolina, aunque sólo en estaciones premium y con largas colas.
Poco después algunas subsidiadas comenzaron a vender y, desde entonces, los campamentos se perfeccionaron con provisión de agua, comida, cargadores de celulares, cobijas y almohadas.
¡Ah!, y banquitos para sentarse en la acera a conversar, porque ese calvario se vive en colectivo, por mucha pandemia que haya.
Sobre este tema, la agencia de noticias Bloomberg publicó que la estatal petrolera Petróleos de Venezuela está racionando el combustible en todo el territorio nacional.
Sólo identificando la fuente como cercana al tema, ésta sostiene que la escasez se debe, en parte, a la paralización de dos de las refinerías más grandes del país.
Destaca que tampoco se tiene conocimiento de más importación iraní.
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