(AP) — Rusia declaró un estado de emergencia de “nivel federal” en la región de Kursk tras una incursión a gran escala desde Ucrania y envió refuerzos allí el viernes, cuatro días después de que cientos de tropas ucranianas cruzaran la frontera en lo que pareció ser el mayor ataque de Kiev en suelo ruso desde que comenzó la guerra.
Mientras tanto, un misil lanzado desde un avión ruso se estrelló contra un centro comercial ucraniano al mediodía, matando al menos a 11 personas e hiriendo a otras 44, dijeron las autoridades.
El centro comercial de Kostiantynivka, en la región oriental de Donetsk, está situado en una zona residencial de la ciudad. Después del ataque, se levantó una densa columna de humo negro.
“Este es otro ataque selectivo en un lugar lleno de gente, otro acto de terrorismo por parte de los rusos”, dijo el jefe regional de Donetsk, Vadym Filashkin, en una publicación de Telegram.
Fue el segundo ataque importante contra la ciudad en casi un año. El pasado septiembre, un misil ruso impactó en un mercado al aire libre y mató a 17 personas.
El Ministerio de Defensa ruso informó de que se están enviando refuerzos a la región de Kursk para contrarrestar la temeraria incursión de Ucrania. Rusia está desplegando lanzacohetes múltiples, cañones de artillería remolcados, tanques transportados en remolques y vehículos pesados con orugas, según informó la agencia de noticias RIA-Novosti, citando al Ministerio de Defensa.
Rusia dice que las tropas están luchando para hacer retroceder a las fuerzas ucranianas después de la incursión transfronteriza en Kursk
“La situación operativa en la región de Kursk sigue siendo difícil”, dijo el gobernador interino de Kursk, Alexei Smirnov, en Telegram.
El Ministerio de Defensa ruso informó de combates en las afueras occidentales de Sudzha, a unos 10 kilómetros de la frontera. La ciudad es un importante centro de tránsito de gasoductos para el gas natural ruso.
Los servicios sociales y las asociaciones cívicas están prestando asistencia a las personas que se vieron obligadas a huir de sus hogares debido a los combates, afirmó. La última cifra rusa de evacuaciones en Kursk fue de 3.000.
No ha trascendido mucha información fiable sobre la sorpresiva operación ucraniana y sus objetivos estratégicos no están claros. Las autoridades ucranianas se han negado a hacer comentarios específicos sobre la incursión, que se está produciendo a unos 500 kilómetros (320 millas) al suroeste de Moscú.
Sin embargo, un importante asesor del presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, dijo el jueves que los ataques en la región fronteriza harán que Rusia “comience a darse cuenta de que la guerra se está infiltrando lentamente en el territorio ruso”. Myhailo Podolyak también sugirió que la operación mejoraría la posición de Kiev en caso de negociaciones con Moscú.
El asalto se produjo en un momento en que el ejército ucraniano se esfuerza por contener un intenso avance ruso en lugares de la línea del frente en el este de Ucrania, especialmente en la región de Donetsk. El presidente ruso, Vladimir Putin, ha dejado claro que quiere capturar las partes de Donetsk que las fuerzas del Kremlin aún no ocupan.
Rusia declara emergencia a nivel federal cuando hay más de 500 víctimas o los daños superan los 500 millones de rublos (unos 6 millones de dólares).
Los combates de Kursk han recibido considerable atención en los medios de comunicación rusos, en los primeros lugares de los sitios web de noticias y en los noticieros de la televisión estatal.
El canal de televisión estatal Rossiya-1 dedicó los primeros diez minutos de su noticiero de las 11 de la mañana del viernes a diversos aspectos de la situación. No hubo ninguna información desde el frente, pero el noticiero comenzó con un video del Ministerio de Defensa ruso que supuestamente mostraba la destrucción de vehículos militares ucranianos y un obús.
Gran parte de la cobertura se centró en la situación humanitaria: niños llevados a refugios en autobuses, gente en otras regiones reuniendo alimentos, pañales y otros suministros para enviar a Kursk.
El Instituto para el Estudio de la Guerra, un grupo de expertos con sede en Washington, dice que las fuerzas ucranianas han continuado con sus “rápidos avances” más profundamente en la región de Kursk, llegando al parecer hasta 35 kilómetros (20 millas) más allá de la frontera.
“La falta de una respuesta rusa coherente a la incursión ucraniana en Kursk… y el ritmo informado de avance ucraniano indican que las fuerzas ucranianas pudieron lograr una sorpresa operativa”, dijo el jueves por la noche ISW, con sede en Washington.
Un comunicado del Ministerio de Defensa ruso del viernes dijo únicamente que el ejército “continúa repeliendo el intento de invasión” y está respondiendo con ataques aéreos, artillería y tropas sobre el terreno.
Ucrania también ha mantenido su estrategia de atacar zonas de retaguardia con drones de largo alcance, apuntando a instalaciones militares, refinerías de petróleo y otras infraestructuras.
Los drones ucranianos atacaron la región rusa de Lipetsk, que está a unos 300 kilómetros (180 millas) de la frontera con Ucrania, durante la noche del jueves, dijeron las autoridades.
Los drones operados por el Servicio de Seguridad de Ucrania atacaron un aeródromo militar allí, dijo a The Associated Press un funcionario de seguridad bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a hablar públicamente.
“El aeródromo era una base para aviones de combate y helicópteros y tenía almacenadas más de 700 potentes bombas planeadoras”, dijo la fuente.
El Estado Mayor del Ejército de Ucrania también confirmó el ataque al aeródromo de Lipetsk-2 el viernes por la mañana, diciendo que se usaba como base para varios aviones Su-34, Su-35 y MiG-31.
El Ministerio de Defensa ruso informó que durante la noche fueron derribados 75 drones ucranianos, 19 de ellos sobre Lipetsk.
AC