Funcionarios de Naciones Unidas informaron este sábado 09 de octubre, que los guardias de un centro de detención en Libia dispararon y asesinaron a al menos seis personas en medio del caos en las atestadas instalaciones.
El suceso se produjo una semana después de que las autoridades arrestaron a más de 5.000 personas en una enorme operación contra la inmigración, y después de que investigadores comisionados por la ONU señalaron que los abusos y malos tratos contra los migrantes en Libia constituyen crímenes de lesa humanidad.
El tiroteo ocurrió el viernes 08 de octubre en el centro de detención Mabani, al oeste de la capital, Tripoli, donde las autoridades enviaron a principios de mes a 4.187 nuevos detenidos, incluyendo 511 muejres y 60 niños, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Un vocero del Ministerio del Interior libio, que gestiona estos centros, no respondió de inmediato a peticiones de comentarios.
Por el momento no estaba claro qué desencadenó la violencia. Pero Vincent Cochetel, el enviado especial de la agencia de la ONU para los refugiados para el Mediterráneo central, dijo que las “violaciones de los derechos humanos y las condiciones inhumanas” en los abarrotados centros podrían haber conducido al caos, que incluyó “disparos indiscriminados”.
Cochetel instó a la Unión Europea y a la ONU a imponer sanciones a los implicados en los abusos, especialmente tras el reporte encargado por Naciones Unidas.
“Algunas personas tienen una responsabilidad especial en los abusos contra los derechos humanos cometidos bien porque están directamente implicadas en ellos o por encubrirlos con su autoridad. Es hora de que los comités sancionadores de la ONU y la UE tomen medidas», dijo a The Associated Press.
Federico Soda, director de la misión de la OIM en Libia, señaló que al menos seis migrantes fallecieron por los tiros de los guardias.