En fecha 21 de octubre de 2019, a través de la Gaceta Oficial No. 41.742, el Banco Central de Venezuela (BCV) publicó la Resolución No. 19-09-01 de fecha 5 de septiembre de 2019, mediante la cual se establece que los créditos comerciales a ser otorgados en moneda nacional por las instituciones bancarias deberán ser expresados únicamente mediante el uso de la Unidad de Valor de Crédito Comercial (UVCC), la cual determinará el BCV con base en la fluctuación del dólar.
Por esto, los bancos venezolanos prácticamente han detenido la aprobación de créditos. Cada solicitud es revaluada y se exigen nuevas garantías a las empresas que compiten por los pocos préstamos que todavía fluyen a través del sistema financiero.
Pero, en una economía donde la industria trabaja a 19% de su capacidad y el PIB no ha dejado de caer desde 2014, el recorte del crédito tendrá un importante impacto en la esperada recuperación del país.
La mayor contracción del crédito profundizará la recesión en momentos en que la economía acumula una caída de 57,6% entre el primer trimestre de 2013 y el primer trimestre de 2019 y todo apunta a que a lo sumo solo podrá restarle velocidad a la escalada del dólar, pero no detenerlo.
La firma Ecoanalítica explica que “lo que el gobierno parece perder de vista es que, al limitar el crédito a las empresas, también les restringe acceso a una fuente de recursos que les permite mantener su operatividad, sobre todo en medio de un entorno hiperinflacionario”.
La resolución relaciona los préstamos con la fluctuación del dólar: si en el mercado oficial aumenta el precio del dólar, también se eleva el capital y los intereses a pagar por el crédito. De esta manera, el BCV busca desincentivar el financiamiento para la compra de divisas, pero al mismo tiempo golpea a las empresas y los comercios que necesitan créditos para adquirir materia prima, pagar salarios o cancelar importaciones
Cálculos efectuados en la tesorería de uno de las principales entidades financieras del país precisan que si una empresa recibe un préstamo a un mes de plazo y en ese período la cotización del dólar aumenta 25%, la empresa tendría que cancelar al banco el equivalente a una tasa de interés anual de 307%.
Si el precio del dólar aumenta, algo que tiene una alta posibilidad, muy pocas empresas estarán en condiciones de generar ingresos suficientes para cancelar los créditos.
En su último informe la consultora Síntesis Financiera indicó que “el crédito comercial quedará virtualmente limitado a exportadores o a empresas cuyos bienes y servicios resistan el aumento de precios derivado del traslado de costos financieros”.
La reducción del préstamo bancario no se limita a las empresas y los comercios, también está impactando a todos los sectores del país como la agricultura y los particulares, estableciendo un límite bastante bajo a las tarjetas de crédito.
La causa es que junto a la medida que relaciona los préstamos con el dólar, el BCV ha incrementado en seis oportunidades la proporción de los depósitos que las entidades financieras no pueden prestar y deben almacenar como reservas, al punto que actualmente las obliga a congelar 57% de todo el dinero que gestionan y la totalidad de las nuevas captaciones.
En vista de que disponen de menos fondos para prestar, los bancos han disminuido drásticamente el financiamiento, en medio de una hiperinflación que en los primeros nueve meses del año disparó los precios 4.680% de acuerdo con las cifras oficiales.
Devaluado
El consultor en Planificación Estratégica y Calificador de Riesgo Bancario, Leonardo Buniak, opina que la nueva medida es una especie de “salvavidas al sistema bancario venezolano cuya cartera de crédito viene enfáticamente desapareciendo”.
Sin embargo, afirmó que “si las tarjetas de crédito estaban moribundas, aunque están excluidas de la resolución, se acaba de decretar su extinción, ya que no se tendrá ningún incentivo para promover aumentos en el límite de la tarjeta porque ese crédito se va a liquidar con la inflación y la hiper devaluación”.
Buniak indicó que “a las carteras de crédito y de inversiones, que constituyen 95% del balance bancario, le pasó lo mismo que al salario, se devaluaron”. Advirtió que ahora las deudas serán en dólares y pidió estar atento ante eventos exógenos, como la caída de los precios de petróleo, que lleven al alza de la cotización de la divisa
Buniak explicó que Venezuela tenía la cuarta banca más grande de la región, pero casi siete años después la cartera crediticia ha ido cayendo desde $45 mil millones hasta $259 millones este año en “un proceso muy claro de implosión monetaria”.
Caída La firma Global Scope precisa que en septiembre de 2018 los bancos utilizaban 38% de sus depósitos para otorgar créditos y actualmente apenas emplean 16%.
Elizabeth Dávila H.