Un día como hoy hace 32 años marcó el cambio en los destinos de la geopolítica mundial, al llevarse a cabo la caída del Muro de Berlín.
Este acontecimiento de la historia universal, fue una revuelta popular producida en la capital de Alemania Occidental, Berlín y su lado occidental,, justamente el 9 de noviembre de 1989, cuando la población cansada del hostigamiento y la opresión comunista sale a la calle para derribar las fortificaciones defensivas de ese país que evitaban el libre tránsito con los sectores estadounidenses, británicos y franceses de ocupación en la ciudad de Berlín, y la frontera abierta de facto.
El suceso fue trascendental en la historia mundial contemporánea que marcó el fin de la llamada «Cortina de Hierro». La caída de las fronteras de las dos Alemania, la oriental y la occidental, se produce pocas horas después. Este hecho puso punto final a la era de la Guerra Fría y tan solo 11 meses después se produce la reunificación para formar una sola Alemania.
Fueron múltiples los cambios políticos y sociales en toda Europa a raíz de este evento. Alemania Oriental para ese entonces se encontraba sumida en deudas con entes extranjeros y los pasos se encontraban cerrados, Las multitudes del lado oriental comenzaron a concentrarse entre los pasos entre ambos lados, exigiendo se abriera el paso que había sido anunciado previamente, pero el mismo no se cumplía y los guardias en comunicación con sus superiores recibieron órdenes de sellar los pasaportes para impedir el paso. Pero estos al verse disminuidos en cantidad, no pudieron contener a los manifestantes.
Previo a la media noche de ese 9 de noviembre de 1989 de manera espontánea los manifestantes comenzaron a derribar el muro, el cual se prolongó por varias semanas hasta que en definitiva se abrió el paso por la Puerta de Brandeburgo, donde los cancilleres de ambas naciones se encontraron al paso de la frontera.
Este hecho marcó el inicio de significativos cambios políticos, económicos, culturales, sociales y geopolíticos en el plano internacional. Las celebraciones no se hicieron esperar y los abrazos entre familias separadas por casi tres décadas llegaron a la orden del día.
Diversos conciertos se realizaron para marcar y mostrar al mundo la grandeza de la hermandad de los pueblos.
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