Meghan Markle, la esposa del príncipe Harry, regresó a Canadá para estar con su hijo Archie luego de que la pareja anunciara que dejarían sus roles para pasar más tiempo en América del Norte.
La reina Isabel y otros miembros de la realeza intentaban calmar la crisis real con un plan para Harry y Meghan, después de que la pareja sorprendiera a la familia al hacer públicos sus planes sin consultarlos previamente.
La pareja pasó seis semanas en Canadá a fines de 2019 antes de regresar a Gran Bretaña, y su primer compromiso oficial del año fue visitar la Casa de Canadá, la delegación diplomática de ese país en Londres, donde agradecieron por lo que dijeron que había sido una bienvenida «increíble», reseñó Infobae.
Su hijo, Archie, permaneció en Canadá cuando Enrique y Meghan regresaron para hacer el anuncio de que abandonarían sus deberes reales.