Este año las donaciones al Santuario de Santa Rosa ha disminuido en 50%, expresó el padre Humberto Tirado, rector del templo, quien atribuye la merma a la crítica situación económica que afecta a la población en general.
Anteriormente, enviábamos cartas a las particulares y empresas, este año he tenido que llamar telefónicamente, dijo.
Sin embargo, “la providencia del Señor se hace más visible, cuando uno menos lo espera alguien llega con algo para rellenar la arepa”. Ha sido duro el gasto de alimentación, comenta.
Diariamente, se debe garantizar comida al menos a 250 personas, entre los sacerdotes, servidores, funcionarios de seguridad, ellos prestan servicio todo el día en las inmediaciones del Santuario, así como personas en general que necesitan comer y acuden a la iglesia.
Aunado hay que mantener los espacios limpios. En ocasiones hemos tenido que sacar de los aportes diarios de la iglesia para costear los alimentos, confiesa.
“La Providencia no nos abandona, salimos adelante con el apoyo de la empresa privada y particulares. Una familia radicada en Barinas, estado Barinas, nos envió un marrano. Siempre llega algo, comenta.
Aura Rosa Castillo.
Foto: Daniel Sosa.