Nathan Chen recuerda hacer con su madre el largo trayecto por carretera desde su casa en Salt Lake City al lugar donde entrenaba Rafael Artyunyun en el sur de California. Había empezado unos años antes, con los patines de su hermana y durmiendo en el auto para perseguir sus sueños olímpicos.
Diez años después, Chen se sentó junto a Artyunyun el jueves por la mañana mientras se leían las puntuaciones y su sueño se hacía realidad.
Con un programa libre casi perfecto y uno corto de récord, el estudiante de Yale, de 22 años, se colgó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing. Es el primer estadounidense en lograrlo desde que Evan Lysacek subió a lo más alto del podio en Vancouver en 2010, y coronó uno de los ciclos olímpicos más dominantes en la historia del deporte.
“Mi madre y yo crecimos bastante pobres. Realmente no teníamos mucho dinero», dijo Chen una vez se calmaron las emociones por su triunfo. “Ella reunía algunos dólares para tratar de pagar a Raf, y Raf, obviamente, conocía la situación y, gracias a la bondad de su corazón, pudo seguir entrenándome y aceptando tanto dinero como podíamos darle».
Algunas veces, Artyunyun trató de devolvérselo, recordó Chen, “pero yo siempre intentaba metérselo en el bolsillo».
Chen pudo darle a su veterano entrenador algo impagable.
“Estoy feliz. Muy emocionado», afirmó Arutyunyan. “Lo logró».
En el interior del histórico Pabellón de la Capital de China, el país desde donde sus padres emigraron a Estados Unidos, clavó los cinco saltos cuádruples durante su ejercicio “Rocketman”, al ritmo de la banda sonora de la película de Elton John. El estudiante de estadística terminó con 332,60 puntos, a apenas tres de su propio récord mundial y a 22 de sus rivales más próximos. Los japoneses Yuma Kagiyama y Shoma Uno fueron plata y bronce, respectivamente.
Chen dejó así atrás para siempre cualquier recuerdo que tuviese aún de su brutal decepción hace cuatro años en Pyeongchang, cuando se quedó fuera de las medallas.
Pero esta podría no ser la única presea dorada que se lleve a casa.
Estados Unidos, que quedó segundo por detrás del equipo ruso en la prueba por equipos el lunes, esperaba la confirmación del Comité Olímpico Internacional y de la Unión Internacional de Patinaje sobre Hielo de que los “asuntos legales” que demoraron la entrega de medallas de esa disciplina están relacionados con los reportes de supuesto dopaje de Kamila Valieva, la principal estrella rusa. Esto podría dejar a los estadounidenses como campeones olímpicos.
Y mientras los focos brillaban como nunca para Chen, parecían estar apagándose para su héroe y rival, el también japonés Yuzuru Hanyu.
Hanyu llegó a Beijing con el objetivo de convertirse en el primero desde Gillis Grafstrom en 1928 en conseguir un tercer oro olímpico consecutivo. Pero tras perderse la mayor parte del año pasado por una lesión de tobillo, el patinador de 27 años tuvo problemas en el programa corto el martes, lo que le dejó fuera de las medallas. Después una rutina libre con un par de caídas en la que pudo ser su última actuación sobre el hielo olímpico, acabó cuarto.
LA CORONACIÓN DE KIM
En el Genting Snow Park, Chloe Kim ejecutó sus cinco saltos en el primer intento en el halfpipe, suficiente para revalidar fácilmente su título olímpico. Estados Unidos también ganó el oro en el primer evento mixto olímpico aéreo, con lo que llegaron a un total de cuatro preseas doradas y 10 en total.
A Kim le fue tan bien en su primer intento en el halfpipe que un mal aterrizaje, tras una difícil pirueta en su última salida, no comprometió su victoria. La snowboarder 21 años, del sur de California, se convirtió en la primer mujer en ganar títulos consecutivos olímpicos en el halfpipe.
La española Queralt Castellet se quedó con la plata en sus quintos Juegos Olímpicos. La japonesa Sena Tomita superó a la china Cai Xuetong por el bronce.
AÉREO MIXTO
El trío estadounidense conformado por Ashley Caldwell, Christopher Lillis y Justin Schoenefeld ganó su primera medalla en la prueba mixto aéreo en los Juegos de Invierno, la primera vez que Estados Unidos se corona en una modalidad de esquí libre en 12 años. El truco back double full-full-double full de Lilli le dio la máxima puntuación de cualquier truco en las finales y aseguraron el título cuando Schoenefeld le siguió con un limpio back double full-full-full.
EMULANDO A SU PADRE
El esquiador austriaco Johannes Strolz ganó la medalla de oro olímpica en el combinado alpino, 34 años después de que su padre, Hubert, hiciera lo mismo.
Strolz, de 29 años, fue el cuarto más veloz después del descenso, pero fue medio segundo más rápido que todos en el eslalon. Superó al noruego Aleksander Aamodt Kilde por 0,58 segundos. El canadiense Jack Crawford se quedó con el bronce.
El combinado agrega todos los tiempos del descenso y uno de eslalon.
Hubert Strolz ganó el oro en el combinado en Calgary 1988 y la plata en el eslalon gigante.
Fuente: AP