En los últimos días ha habido novedades en cuanto a los títulos reales de la Casa Real británica. Seis meses después de llegar al trono tras el fallecimiento de su madre, la reina Isabel II, Carlos III anuncia este viernes que su hermano Eduardo le otorga el título de duque de Edimburgo, que llevó su padre hasta su fallecimiento en 2021.
Algo que ya tenía previsto la reina Isabel II tras la muerte de su marido, pero que ha sido ahora su hijo, el nuevo soberano, quien lo ha plasmado oficialmente.
A partir de este momento, Sophie pasa de ser la condesa de Wessex a ser la duquesa de Edimburgo. Con este cambio de títulos, el de conde de Wessex pasa a su hijo, James, que hasta ahora era vizconde de Severn, una dignidad que quedará sin titular hasta que este tenga un hijo varón. James tiene en la actualidad 15 años y es el nieto más joven de la fallecida Isabel II y el príncipe Felipe. Su hermana mayor, Lady Louise Windsor Mounbatten, al ser mujer se queda con el mismo título que llevaba hasta ahora.
No ha sido el único cambio. Justo un día antes, la página web del Palacio de Buckingham actualizaba su línea de sucesión y aunque no sufría alteraciones en el orden, sí lo hacía en los títulos. A las nueve y media de la mañana, Buckingham cambiaba el título de ‘master’ de Archie por el de príncipe Archie de Sussex y el de ‘miss’ de Lilibet por el de princesa Lilibet de Sussex.
Un cambio que se producía al día siguiente de que los duques de Sussex, a través de una tercera persona de confianza, dieran información sobre el bautizo en California de la “princesa Lilibet Diana”. Una información que publicó ‘People’ con el beneplácito de la pareja y en la que su portavoz aseguraba que “los títulos de los niños han sido un derecho de nacimiento desde que su abuelo se convirtió en monarca. Este asunto se ha resuelto durante algún tiempo en consonancia con el Palacio de Buckingham”.
De hecho, según la prensa británica las fuentes oficiales de la Casa Real estaban esperando a que Harry y Meghan se pronunciaran al respecto para otorgar este título oficialmente al que tienen derecho todos los nietos de Carlos III. Según las ‘Letters Patent’, las leyes de la Corona, de 1917, todos los hijos y nietos de reyes deben llevar el título de príncipes y princesas, a no ser que sus padres se opongan.