Carora/especial. –
Definitivamente no son ríos de leche y miel. En la levítica Carora, la frase bíblica ha dejado de describir el paraíso para, cual mundo bizarro, presentar una de las caras más lamentables de la secular ciudad.
El caso es que en la calle Contreras, entre Monagas y Sucre, una cloaca colapsada desde hace 6 meses se convirtió en un infierno para decenas de familias.
Bastaría decir que los vecinos de este tramo de la calle tienen que surfear una ola de aguas pestilentes para llegar o salir de sus casas, pero hay más. Resulta que las vetustas y deterioradas residencias se han convertido en prisión de numerosos niños y ancianos, quienes ante el fundado temor a enfermarse no pueden ni siquiera asomarse por las ventanas.
Para males mayores, esta calle es la principal vía de retorno de los visitantes de la Zona Colonial, máximo reclamo turístico de la ciudad. Así que resulta fácil suponer la imagen que se llevan de Carora y del estado Lara.
Un reciente video, subido a las redes por una desesperada vecina, se ha hecho viral. Antes, el de un enajenado mental ‘buceando’ entre excrementos en la alcantarilla rebosada, le dio la vuelta al mundo. Aun así, la información no llega a dónde debe llegar.
En este sentido, los afectados ponen sus esperanzas en esta nota periodística. Esperan que el gobernador Adolfo Pereira se entere de su drama y, en un acto magnánimo, instruya a Hidrolara para que ponga fin al problema.
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