La República Islámica de Irán comenzó pruebas mecánicas de su nueva centrífuga nuclear avanzada, en momentos en que las cinco potencias mundiales que siguen en el acuerdo nuclear con Irán de 2015 trabajan para regresar a Estados Unidos al pacto.
La centrífuga IR-9, cuando sea totalmente operativa, tendría la capacidad para separar isótopos de uranio más rápidamente que las centrífugas usadas actualmente por el país, por lo que enriquecería el uranio más rápidamente, según un anuncio hecho en la televisión estatal de Irán por el Día Nuclear.
Agregó que la producción de IR-9 es 50 veces más rápida que la de la primera centrífuga de Irán. El programa nuclear iraní está desarrollando también centrifugas IR-8.
Desde enero, Irán ha comenzado a enriquecer uranio a hasta 20% de pureza, apenas un paso técnico abajo de los niveles de armamento, aunque los líderes de Irán insisten en que el país no tiene interés en producir un arma nuclear.
En 2018, el entonces presidente estadounidense Donald Trump sacó a Washington del acuerdo nuclear, tras acusar a Irán de no respetar sus compromisos. Trump adoptó lo que llamó una campaña de presiones máximas, con sanciones y otras medidas.
Irán respondió intensificando su enriquecimiento de uranio y construyendo centrífugas en plena violación del acuerdo, al tiempo en que insistía en que su desarrollo nuclear tiene propósitos civiles, no militares.
Israel dice que Irán aún mantiene la ambición de desarrollar armas nucleares, apuntando al programa de misiles balísticos de Teherán y su trabajo en otras tecnologías asociadas.
Las reservas iraníes de uranio enriquecido al 20% han llegado a 55 kilogramos (121 libras), acercado más su programa nuclear a los niveles de enriquecimiento necesarios para el nivel de armamento. La cantidad del material era de 17 kilogramos en enero.
Irán ha instalado 1.002 centrífugas IR-2 y 164 equipos IR-4. Ambas series están en operación y son más veloces que las máquinas IR-1.
DS/Foto: AP