Los estudios indican que la principal causa de ceguera en los países industrializados es la degeneración de los fotorreceptores, incluida la degeneración macularrelacionada con la edad y la retinitis pigmentosa. Durante la progresión de las enfermedades degenerativas de los fotorreceptores, coexisten en la retina regiones fotorreceptoras sensibles y otras insensibles a la luz. Por ejemplo, los pacientes con degeneración macular pierden la visión en la porción central de la retina pero conservan la llamada visión periférica.
Unos científicos han logrado desarrollar una nueva técnica que podría desembocar en una terapia genética para restablecer la sensibilidad a la luz en la retina degradada sin afectar negativamente a la visión restante.
Estos científicos se inspiraron en especies animales, como los murciélagos y las serpientes, que pueden localizar la luz del infrarrojo cercano (el segmento, de entre todos los de la banda infrarroja, ubicado más cerca de la banda de la luz visible) emitida por los cuerpos de sus presas. Para ello utilizan canales iónicos sensibles al calor, que son capaces de detectar el calor de la luz del infrarrojo cercano. Esto permite a murciélagos y a serpientes superponer imágenes térmicas y de luz visible en el cerebro y así reaccionar a su entorno con mayor precisión, se indica en el portal Noticias de la ciencia y la tecnología (NCYT).
Este avance es obra del equipo formado, entre otros, por Dasha Nelidova, del Instituto de Oftalmología Molecular y Clínica de Basilea en Suiza (IOB), Daniel Hillier, del Centro Alemán de Primates (DPZ) y Arnold Szabo, de la Universidad Semmelweis en Hungría.
Julio Urdaneta con información de NCYT
Foto: Tendencias 21
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