La disputa entre Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos durante las últimas negociaciones sobre el aumento en producción de petróleo de la OPEP+ puso de manifiesto las crecientes discrepancias entre los dos países aliados, confrontados a retos económicos que se anteponen a la amistad dentro del espacio geográfico en el cual son vecinos.
Esta semana Emiratos se opuso a la prolongación «injusta» de un acuerdo que limita la producción de oro negro, respaldado por Arabia Saudí durante las negociaciones en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y con sus países socios (OPEP+) entre los que figura Rusia..
Después de varios aplazamientos durante el conclave petrolero, las negociaciones se postergaron indefinidamente el lunes: un revés inusual para Arabia Saudí, el mayor exportador de crudo del mundo y la principal economía del mundo árabe.
Los desacuerdos entre los países del Golfo Pérsico donde ambas naciones tienen gran parte de sus costas, suelen tratarse con discreción en el interior de los palacios.
Esta discordia pública inédita se inscribe dentro de un contexto más amplio, con intereses contrapuestos entre los dos países en los últimos años en diversos ámbitos. /JU
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