Inmersa en un invicto de 27 partidos, Colombia se ha ilusionado como nunca y ambiciona conquistar su segundo título de la Copa América.
Pero primero tendrá que sortear la complicada barrera de su semifinal contra Uruguay, que tiene el peso jerárquico de sus 15 consagraciones continentales y muestra una personalidad distinta bajo la dirección de Marcelo Bielsa.
Con dos técnicos argentinos frente a frente, el duelo Uruguay-Colombia este miércoles en Charlotte, promete espectáculo.
Se miden dos favoritas al título por su rutilante marcha en el torneo y el buen arranque tras las primeras seis fechas de las eliminatorias de Sudamérica rumbo al Mundial de 2026. El vencedor se las verá el domingo en Miami contra la campeona defensora Argentina, que el martes doblegó 2-0 a Canadá en la primera semifinal.
Colombia estiró su paso invicto — 24 partidos con la conducción de Néstor Lorenzo — tras golear 5-0 a Panamá en el desierto de Arizona.
Fiel a su estilo sincero de hablar, Bielsa desestimó tal etiqueta: “Una final es la del domingo en Miami”, dijo.
«A este partido, que no es una final, no es necesario adornarlo porque tiene dentro el pasaporte a lo máximo”, añadió.
Uruguay debió emplearse a fondo para imponerse 4-2 ante Brasil en una definición por penales en Las Vegas, tras igualar 0-0 en los 90 minutos. La Celeste jugó el último cuarto de hora en inferioridad numérica por la expulsión de Nahitan Nández.
Espoleada por el resurgir del veterano mediopunta James Rodríguez, Colombia busca proclamarse monarca por segunda vez en el torneo después su primera consagración en 2001 como anfitriona.
Lorenzo sostuvo que no se pueden conformar con los elogios que han acaparado en las últimas semanas por su juego, sostenido en tres pilares: la presión alta, la creatividad de sus volantes con el balón y llegar al área rival con triangulaciones.
Será la séptima semifinal de Colombia en la Copa América desde 1993. Sólo una vez pudieron acceder al partido por el campeonato, venciendo 1-0 a México en la final de 2001.
AP
LA