Reinaldo Gómez.- Para Fernando Deybis, secretario ejecutivo del Consejo de Coordinación Agropecuaria del estado Lara, la situación de lo que antes fue un frondoso y productivo Valle del Turbio ha ido de mal en peor en los últimos años, y “tras habernos sentido orgullosos de ello durante muchos años, hoy nos queda de él un triste recuerdo muy bien plasmado en los lienzos del destacado pintor larense Armando Villalón”.
Como es del conocimiento público, Deybis viene siendo un experto conocedor de la materia agropecuaria, pues una buena parte de su vida la ha dedicado a una plena vinculación con ese quehacer productivo en Venezuela.
Incluso, desde hace ya casi tres décadas, él produce y conduce el excelente programa televisivo dominical ‘Perfil Agropecuario’, espacio comunicacional que no necesita presentación alguna, pues es ampliamente conocido, y sale al aire a través de un canal caraqueño de cobertura nacional.
-De lo que era el Valle del Turbio, y de lo que por cierto nos sentíamos orgullosos los larenses, ahora lo que queda es desolación, porque todo eso está abandonado, por decir lo menos. Da una gran tristeza y una gran desesperanza, al ver que, en la otra República de Venezuela, mal llamada ‘Cuarta República’, había allí fincas en plena producción alimenticia para el estado Lara y para Venezuela, y lo que era un frondoso valle, hoy en día ha sido invadido por un polvorín de arena, producto de la desolación y de los pases indiscriminados de rastras que acabaron con la capa vegetal de esos valles y la convirtieron en pura arena.
Deybys dice que “de allí se han enriquecido los bolsillos del gobierno actual, y supuestamente el de los ‘toñecos’ del gobierno, como Luis Reyes Reyes, que ahora explotan el saque de arena”.
El entrevistado dice que es muy fácil acercarse hasta el área del río Turbio y ver cómo lo que se observa allí son los camiones amarillos del gobierno sacando arena.
¿Para qué…?
Deybys entonces continúa:
-Pregunto yo: ¿Para qué fue entonces que desalojaron, ocuparon o expropiaron, sin indemnización alguna por cierto, a los propietarios del Valle del Turbio?
Y lo pregunto porque supuestamente esas tierras iban a ser de todos los barquisimetanos, y, además, las iban a hacer productivas, con grandes siembras de caraotas, tomates, pimentones y girasol, que, por cierto, de este último vegetal fue de lo que sí sembraron.
“Ese girasol únicamente sirvió para que las niñas de las agencias de modelaje se tomaran allí fotografías con esas florecitas de girasol como fondo, un girasol que, repito, al final no se dio y que, como experimento, no sirvió para nada”.
-También me pregunto: ¿Dónde está la reforestación que Luis Reyes Reyes hizo desde hace también unos cuantos años, sobrevolando la zona desde un helicóptero, en compañía del entonces director del Parque Zoológico y Botánico Bararida, el médico veterinario Antonio Rumbos?
-Vuelvo y repito: Lo único que allí vemos hoy en día son unas vallas desteñidas que promocionaban o anunciaban con bombos y platillos lo que supuestamente iban a producir en el lugar. Eso es lo único que queda en el sitio. Por eso es que yo digo: ¡Qué tristes recuerdos de un productivo pasado, pero qué triste vista, o qué triste paisaje, de un presente desolado y desolador!
-Pregunto yo: ¿Para qué fue entonces que desalojaron, ocuparon o expropiaron, sin indemnización alguna por cierto, a los propietarios del Valle del Turbio?
Y lo pregunto porque supuestamente esas tierras iban a ser de todos los barquisimetanos, y, además, las iban a hacer productivas, con grandes siembras de caraotas, tomates, pimentones y girasol, que, por cierto, de este último vegetal fue de lo que sí sembraron.
“Ese girasol únicamente sirvió para que las niñas de las agencias de modelaje se tomaran allí fotografías con esas florecitas de girasol como fondo, un girasol que, repito, al final no se dio y que, como experimento, no sirvió para nada”.
-También me pregunto: ¿Dónde está la reforestación que Luis Reyes Reyes hizo desde hace también unos cuantos años, sobrevolando la zona desde un helicóptero, en compañía del entonces director del Parque Zoológico y Botánico Bararida, el médico veterinario Antonio Rumbos?
-Vuelvo y repito: Lo único que allí vemos hoy en día son unas vallas desteñidas que promocionaban o anunciaban con bombos y platillos lo que supuestamente iban a producir en el lugar. Eso es lo único que queda en el sitio. Por eso es que yo digo: ¡Qué tristes recuerdos de un productivo pasado, pero qué triste vista, o qué triste paisaje, de un presente desolado y desolador!
Propuestas
Quisimos entonces conocer del propio Deybis si hay alguna idea o alguna propuesta a la recuperación del Valle del Turbio, si es que todavía se puede recuperar.
-Por supuesto que sí se puede recuperar, para lo que, en primer lugar, tiene que haber voluntad política de recuperarlo. Luego, ¿Qué es lo que proponemos? Pues simplemente convertir en realidad lo que una vez, hace ya algunas décadas, propuso para esa zona el doctor Omar Montero, el que, en apenas dos años como presidente que fue del Concejo Municipal, a mi juicio y al de muchos barquisimetanos, ha sido el mejor alcalde que ha tenido la capital larense.
-Pues bien, Montero simplemente proponía convertir el Valle del Turbio en pequeñas minigranjas productivas, algo que todavía puede hacerse realidad. ¿Cómo…? Devolviéndole las fincas a sus anteriores y legítimos propietarios, obviamente con sus debidas indemnizaciones por los severos daños y perjuicios que les causaron, pero, eso sí, con el compromisos de que éstos las vuelvan a convertir en productivas.
¿Minigranjas…?
-Esas minigranjas, a mi manera de ver las cosas, podrían ser pequeñas granjas caprinas u ovinas, porque esas tierras, abandonadas, desoladas y deterioradas, con la materia prima que puedan excretar esos mismos animales, por supuesto que se pueden recuperar, y pudieran entonces ser dedicadas a la siembra de pasto, con riego de pozos sumergibles y provenientes del río Turbio y cuyas aguas hayan sido debidamente tratadas, y en conjunto con la importación de cabras, se puede traer hasta acá semen en embriones, y/o semen de ejemplares ya probados de alta producción lechera.
-Y el éxito máximo sería una gran realidad si esa alianza la ampliamos con la agroindustria para hacer realidad un proyecto que anda por ahí en camino, que no es otro que la pulverización de la leche de cabra para fórmulas de leche completa, muy especialmente destinadas a la nutrición de los niños.
-Pero es que también se podría producir allí carne de ovinos, con lo cual tendríamos ahí una fuente segura de abundantes proteínas por lo menos para toda la población larense.
-Y es por todo eso que yo quiero aprovechar las páginas de este prestigioso rotativo para que alguien me explique qué finca, o cuál finca, de las varias que allí fueron invadidas, o expropiadas, todas productivas en ese momento, están hoy en día productivas, valga la redundancia, porque yo lo que veo allí es desolación, abandono y tristeza.
-En otras palabras: El Valle del Turbio hoy en día no es sino el reflejo de lo que este régimen ha hecho con los productores agropecuarios del país, y esa es, tal vez, una de las principales causas del desabastecimiento de alimentos existente en el país, y lo que, de paso, ha originado el alto costo de los comestibles que se consiguen en el mercado.
-¿Y qué ha pasado con la caña de azúcar, que también se producía abundantemente en el Valle del Turbio?
-Aquí en el estado Lara teníamos cuatro centrales azucareros a los cuales iba la caña que se producía en el Valle del Turbio, que eran el Central Río Turbio, hoy Azucarera Río Turbio, ubicado muy cerca de Barquisimeto; el Central Tocuyo, hoy Central ‘Pío Tamayo’, en El Tocuyo, y los Centrales Carora y La Pastora, ambos en Carora, de los cuales únicamente funciona este último, y eso a media máquina, para únicamente procesar azúcar moscabada, morena o no refinada.
La verdad
-Ahora bien, en honor a la verdad, tengo que decir con toda responsabilidad que este lamentable y desastroso deterioro del Valle del Turbio comenzó realmente cuando se construyó la avenida ‘Hermano Nectario María’, a la que todo el mundo conoce como ‘La Ribereña’.
-¿Y por qué digo eso? Pues porque esa avenida, es decir, su calzada, su pavimento, truncó u obstruyó todos los canales de riego existentes en aquel entonces, los cuales permitían el riego y la fertilización de todos los cañaverales de esa zona.
-Pero, así como digo esa verdad, digo la otra, y es que, con este gobierno “revolucionario”, el desastre allí se fue por la calle del medio, porque, aparte de que no ha hecho nada en estos últimos 20 años para solucionar este problema, con todo el desastre que han hecho y que ya he descrito, pues sencillamente decretaron la muerte del Valle del Turbio.
-Mencionó usted -le decimos- el término “canales de riego”. ¿Cuáles canales de riego…?
-Los canales de riego que había en todo el Valle para conducir a las fincas el agua proveniente tanto del río Turbio como del subsuelo de la zona, y tan cierto es eso que, en la misma avenida “Hermano Nectario María”, hay muchos “bajíos” debido a la gran cantidad de agua del subsuelo que hay en esa zona.
-E incluso, me atrevo a ir mucho más allá: Es ése justamente el mismo problema que se presenta en la avenida Uruguay a la altura de su empalme con la avenida Vargas, humedad que ha originado ese gran problemón allí existente, que todo el mundo en Barquisimeto conoce, que ya se ha tragado millones sobre millones de bolívares, y para el que abordar su solución en este momento implica todo el dinero del mundo, comenzando porque hay que construir un nuevo sistema de drenaje que parta desde la calle 48 con esa misma avenida, y que reciba y conduzca las aguas servidas de lluvia que desembocan ahí mismo en la avenida Uruguay, y que -hay que aclarar- no son las aguas cloacales. Y que, por favor, me perdonen los técnicos en la materia.
Optimismo
Yo sigo siendo optimista, y tengo la firme esperanza de la recuperación económica de Venezuela más temprano que tarde, y estoy también seguro, además, de que será el sector productivo y agroindustrial del país lo que establecerá la verdadera plataforma económica para relanzarnos hacia la Venezuela próspera, sin tener entonces que depender del petróleo, y esto tiene más vigencia en cuanto a Lara se refiere, porque en ese estado no hay petróleo, pero sí hay trabajo, fe y esperanza en el campo, porque es en el campo en donde se siembra y en donde se sembrará el futuro de Venezuela, pero, por supuesto, los productores quieren paz y tranquilidad para poder producir más y mejor.
-Cabe recordar también que el economista, filósofo y escritor merideño Alberto Adriani dijo sabiamente en una oportunidad que había que sembrar el petróleo, enunciado del que posteriormente se hizo eco ese gran ministro de Minas e Hidrocarburos venezolano llamado Juan Pablo Pérez Alfonso, al que muchos en Venezuela y en el mundo consideran como el padre de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), y finalmente se hizo igualmente solidario Arturo Uslar Pietri a través de un trabajo periodístico al que denominó justamente así: “Hay que sembrar el petróleo”.
-Sin embargo, lamentablemente, nuestros políticos, y sobre todo los que gobiernan actualmente, no entendieron lo que es sembrar el petróleo en nuestros campos, pero quienes gobiernan con este castrocomunismo del siglo veinte se han empeñado tozudamente en no querer entender que, con expropiaciones, invasiones y atropellos a nuestros productores agropecuarios de todo tipo, lo que han hecho es acabar con la producción agropecuaria.
-Y, si no es así, ¿Por qué entonces las caja o bolsas CLAP traen en su contenido tantos productos que vienen de otros países, incluso algunos elaborados aquí y que son de las pocas empresas privadas que todavía quedan productivas, como una conocida marca de maíz precocido, por cierto, bastante estigmatizada por el fallecido presidente Hugo Chávez y por el mismo Nicolás Maduro?
-Y todo eso simplemente nos hace caer en la reflexión de que en el estado no puede haber funcionarios que sean políticos y empresarios al mismo tiempo, o no puede haber empresarios y políticos, también simultáneamente. En otras palabras, es con reglas claras como aspiramos a reconstruir el país.
Cambiando un poco el tema, Deybis señala:
-Durante 30 años, en mi programa dominical, he pregonado que tenemos que fortalecer el campo venezolano mediante la aprobación y ejecución de una Ley de Desarrollo Agropecuario que defina políticas para el campo venezolano, y que no es con las Leyes de Tierras y de Reforma Agraria, que son ya anacrónicas, con lo que vamos a regresar al desarrollo armónico y sustentable de nuestros campos.
-No podemos ya seguir al vaivén de un gobierno o de un ministro de turno, que ponen en práctica políticas para cumplir con sus gustos personales, o de lo que se le ocurra, algo que, por cierto, ya Venezuela lo vivió con PDVSA durante la llamada Cuarta República, cuando hubo continuidad administrativa e institucional que se tradujera en eficiencia, de manera que no ocurriese lo de la PDVSA actual, que vende cualquier cosa y se mete en todo.
Por último, Deybis quiso enviar el siguiente mensaje:
-Invitamos a todo el sector productivo del país a fortalecer sus gremios agropecuarios para que desarrollemos proyectos reales que vayan en beneficio del sector, y, asimismo, a convertir a esos mismos gremios en empresas de servicio para cada área de producción.