Las limitantes por las autoridades por la pandemia de la COVID-19 y por la grave situación del combustible, han perjudicado considerablemente a los transportistas que prestan servicio hacia los diferentes estados del país, así lo denunció el presidente de la Cooperativa Larense, José Nieto.
El transportista relata que la situación del coronavirus les ha cambiado la vida, ya que de un momento a otro su trabajo había desaparecido. «De la noche a la mañana no teníamos trabajo, tenemos más de cinco meses sin trabajar y las condiciones día a día son más precarias”.
Indicó que la gran mayoría las unidades llevan mucho tiempo paradas y esto les pasa factura en el funcionamiento de los buses.
“Muchas unidades están paralizadas por la falta de uso y el mantenimiento no lo podemos costear si no podemos salir a trabajar.
Néstor Galvis, miembro de la cooperativa Larense, habló que más de 36 organizaciones de transporte han sido afectadas y que los trabajadores de cada una de las líneas son padres y madres de familia. “Más de 36 líneas de transporte están paralizadas, esto nos perjudica a cada una de las personas que hacemos vida en cada organización. Somos alrededor de tres mil familias afectadas por la falta de trabajo”.
Galvis, enfatizó que han intentado dialogar con las autoridades de transporte y el gobierno para buscar reactivar las rutas extraurbanas, sin embargo han recibido respuestas mixtas.
“Nos hemos reunido con las autoridades pero no hay una respuesta concreta, un día dicen algo y otro día salen con otra cosa, no hay una política coherente en el terminal. El AMTT también tiene un asedio hacia nosotros imponiéndonos multas extraorbitantes por cualquier cosa”.
Oscar Velásquez, transportista, denunció sobre la complicada situación del combustible hacia el sector transporte, “hay compañeros que tienen que pernoctar dos y tres días para poder surtir diesel, eso nos limita en todos los aspectos”.
Foto: Ángel Zambrano