Con fecha 17 de julio fue emitida la carta que la Agencia Antidrogas de Estados Unidos remitió a las fuerzas de seguridad españolas con detalles precisos sobre la ubicación de Hugo «El Pollo» Carvajal para su captura en la ciudad de Madrid.
El exjefe de la Dirección de Contrainteligencia militar de Venezuela vivía como un fantasma en un piso de la calle Torrelaguna de Madrid. «Pensábamos que la casa estaba vacía», dijeron los vecinos
En la misiva la DEA precisó que Carvajal habitaba ese apartamento junto a una mujer identificada como Astrid Carolina Viloria Palacios, a nombre de quien estaba la vivienda ubicada en la zona de Arturo Soria, «en el tercer o cuarto piso del edificio».
«Se sabe que Carvajal Barrios utiliza pelucas y disfraces para pasar desapercibido. También hay indicaciones de que se habría hecho alguna cirugía plástica para cambiar su aspecto físico», dice la carta.
Se trata de la segunda vez que Carvajal es detenido en España. En abril de 2019 fue arrestado también en Madrid tras entrar en dicho país con pasaporte falso, pero la Audiencia Nacional denegó su extradición al entender que EE.UU. lo reclamaba por “una motivación política”, por lo que fue puesto en libertad.
Meses después, en noviembre de 2019, el pleno de la Sala de lo Penal de la Audiencia acordó finalmente su extradición, pero Carvajal ya había desaparecido.
Aún fugado, sus abogados recurrieron ante el Tribunal Supremo el acuerdo adoptado por el Consejo de Ministros el 3 de marzo para ejecutar la extradición después de que fuera autorizada por la Audiencia Nacional, y pidieron la suspensión cautelar de la orden alegando que las imputaciones no eran ciertas y que la única finalidad de EE.UU. es torturarle para obtener información sobre Venezuela.
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