Coral Gables, Florida (VIP-WIRE).
“Por el dinero baila el perro”… Anónimo.
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El standing dice que Rays y Cerveceros podrían llegar a la Serie Mundial.
¿Cómo lo verían los ejecutivos de las cadenas de televisión, ESPN y FOX, que pagan, mil millones y mil millones 400 mil dólares anuales, respectivamente, por los derechos de transmisión?
Un experto en publicidad me dijo que la sintonía de una Serie Mundial, Yankees-Dodgers, o Gigantes-Yankees, o Medias Rojas-Mets, comparada con la de Rays-Cerveceros, puede ser hasta de 8 a 1. Si la Serie de los equipos grandes es sintonizada por 80 millones de personas, a la otra sólo la verían 10 millones. O sea, los que pagarían 10 millones por sus anuncios en aquella, quizá sólo aportarían millón 200 mil por la otra, si es que aceptan aparecer en tan pobre espectáculo.
Rays-Cerveceros, o cualquier Serie Mundial de mercados pequeños, sería un fracaso económico para ESPN y FOX.
La gente de la televisión se ha inmiscuido mucho en la marcha de las Grandes Ligas, como en los cambios de horas de los juegos y en el uso exagerado de áreas de la prensa en los estadios. Pero nunca, que se sepa, han intervenido o han tratado de intervenir, en los resultados de los juegos.
Los temores surgen, porque hay mucho dinero en el asunto, exagerado dinero, comenzando por esos 2 mil 400 millones de dólares que anualmente recibe Major League Baseball. Suma que se comparten la oficina del comisionado y los 30 equipos.
Por eso, cuando los Mets tienen un juego diurno en Citi Field, y lo quiere nocturno ESPN, cambian la hora sin preocupación ni consulta alguna, aún cuando el equipo tenga que jugar al día siguiente, por la tarde, en San Francisco, a seis horas de Nueva York. Es decir, del aeropuerto sanfranciscano, tuvieron que ir al estadio, sin un segundo entre las sábanas.
¿Eso es un abuso? Sí lo es.
Cuando los peloteros cobraban salarios bajos, el peligro eran los apostadores, porque manejaban cientos de miles de dólares en sus operaciones.
Eddie Cicotte, lanzador derecho, máxima estrella de los Medias Blancas de 1919, cobraba 9 mil 75 dólares por la temporada. Los apostadores le dieron 10 mil, sólo por permitir que los Rojos ganaran la Serie Mundial.
Otros siete mal pagados fueron comprados por los apostadores para que ayudaran a Cicotte, Joe (Shoeless) Jackson, Lefty Williams, Swede Risberg, Chick Gandil, Happy Felsch, Buck Weaver y Fred McMullin.
Hoy día los apostadores no tienen con qué comprar a los peloteros, pero las cadenas de televisión, sí.
¡Ojo!
Gracias a la vida que me ha dado tanto, incluso un lector como tú.
@juanvene5