El mundo de la música se viste hoy de luto; la cantante Marie Fredriksson, que formó junto a Per Gessle el dúo de pop rock Roxette, uno de los más exitosos Suecia, murió ayer por la mañana a los 61 años de edad.
La noticia ha sido dada por varios medios suecos como Göteborgs-Posten y Expressen.se, que han publicado un comunicado de la propia
Marie Dimberg, mánager de la artista escribió en un comunicado:
«Con gran tristeza debemos anunciar que uno de nuestros más grandes y queridos artistas ha fallecido. Marie Fredriksson murió en la mañana del 9 de diciembre»
Su fallecimiento ha tenido lugar pocos meses después de la publicación de una autobiografía en la que devela su experiencia con la fama, y algunas experiencias traumáticas de su infancia, pero lo que más atrapó fue la agónica lucha contra la enfermedad, que finalmente le arrebata la vida.
El tumor de Fredriksson fue detectado en septiembre del año 2001, en un momento que la propia Marie describió en su libro como el comienzo de un «infierno».
En contra de todas las recomendaciones de sus médicos la cantante nunca se detuvo, lo que ella siempre les respondía era «Mi voz nunca me ha fallado».
El tumor que se hizo presente en la vida de la sueca le hizo olvidar las letras de sus canciones, aquellos himnos de los 80 y 90 que todos, aunque no fueran fans de Roxette, recuerdan: Listen to your heart, Sleeping in my car, It must have been love. Fredrikson tuvo que aprenderlas de cero, pero éste no fue su mayor reto, pues prácticamente tuvo que aprender a hablar y a caminar otra vez, pero lo único que nunca falló fue su voz.
Douleydis Romero