El café en Venezuela fue, desde la colonia, un factor de alta producción y de abundante mano de obra. Pero eso terminó hace unas dos décadas, cuando «este país entró en este precipicio que significa esta gravísima crisis económica y social en que nos han sumido».
Tal manifestación provino del profesor Carlos Giménez Lizarzado, durante su disertación en el evento denominado “Tertulias de Café”, que tuvo lugar en la sede el Centro de Historia Larense, promovido por la Fundación Amigos del Casco Histórico de la Ciudad, que preside la profesora Yuyita de Chiossone.
Giménez Lizarzado compartió podio con otros dos disertantes: el periodista Juan José Peralta y el productor cafecero Maximiliano Pérez.
Este importante rubro ha tenido un marcada influencia tanto en la cultura, en la manera de ser y de actuar del venezolano, como en el aspecto económico de Venezuela, y más ahora, cuando pudiera haber una posibilidad de nuevo desarrollo cafetalero.
Cuando está planteada una Venezuela sostenible que nos permita no sólo autoabastecernos de ese rubro, sino también lograr importantes mercados en el exterior, y volver a tener la mano de obra masiva que anteriormente teníamos.
Expresó que, lamentablemente, “si bien anteriormente prácticamente nos autoabastecíamos en el renglón café, ahora todo ha cambiado en torno al producto, al extremo de que apenas producimos el 10 por ciento del café que consumimos”.
-Sin embargo –destacó-, yo soy optimista, y creo que todavía podemos recuperarnos, pese a que tenemos un gobierno depredador del país, pero todo depende de que nos neguemos a entregarnos a la barbarie hecha gobierno.
Valga señalar finalmente que, por supuesto, al final de las exposiciones de cada panelista, los asistentes sorbieron un pequeño vaso de aromático café negrito, obsequio e los organizadores de tal evento. (Foto Ángel Zambrano).
Reinaldo Gómez
Foto: Ángel Zambrano