Reinaldo Gómez- El grave problema del transporte colectivo público en Barquisimeto, y en todo el país, sigue siendo un cuento de nunca acabar.
A más de un año de haber asumido las actuales autoridades municipales, la situación se agrava cada vez más y con mayor efecto, al extremo de que en Barquisimeto y zonas adyacentes, el usuario se siente indefenso y desasistido ante la inmensa calamidad en que este problema se le ha convertido, sin que se aprecien señales funcionales de que esa situación pueda mejorar, al menos en el corto plazo.
Dos aspectos
La gravedad del problema deviene de dos aspectos: como consecuencia de la situación del país, son muy pocos los autobuses, busetas o vehículos de transporte colectivo existentes en condiciones de prestar un buen servicio, lo que origina las largas colas de usuarios a la espera de poder abordar una unidad.
Como segundo aspecto, los constantes incrementos en los precios del pasaje informar (ruta chivos) no se hacen esperar, al extremo de que cobran desde Bs. 300 durante la mañana y parte de la tarde, porque, al acercarse la noche, ya cobrando desde 500 bolívares.
Y pensar que la tarifa vigente para el perímetro urbano de la ciudad, fijada por la Alcaldía del Municipio Iribarren, es de apenas Bs. S. 5. Aunque se espera la oficialización de la nueva tarifa en Bs. 70.
Odisea desde el norte
Es de narrar lo ocurrido con un habitante, trabajador de EL INFORMADOR, que reside en la vía a Duaca, un poco más allá de Tamaca.
Nos comentó que sube a una buseta para llegar a las instalaciones del periódico, pero se bajó en el sector San Jacinto, para una diligencia personal, y le cobraron 300 bolívares. Minutos después, abordó otra unidad para llegar hasta el diario, y le cobraron 150 soberanos. Total, que el costo del pasaje para llegar al periódico le salió por 450.
¿500 bolívares?
Al paso que vamos, si se mantiene la constante de estos incrementos al anoto de los chóferes prácticamente cada dos o tres semanas, para cuando se cumpla el primer semestre de 2019, la tarifa del pasaje deberá estar ya montada en Bs. 500. Al menos esa es nuestra estimación, con riesgo a equivocarnos, porque no sabemos si más bien estará mucho más alta todavía.
Y las respuestas al menos las respuestas denominadas “bandera” que ha venido ofreciendo la Alcaldía del municipio capital, a través de la Autoridad Metropolitana de Transporte y Tránsito (AMTT) de Iribarren, cuyo titular es el abogado Lino Rodríguez, no han generado mayor solución a tan enorme problema.
¿Soluciones? ¿Cuáles?
Valga hacer notar la decisión de eliminar las concesiones a las rutas que están afiliadas al Sindicato de Trabajadores del Transporte Automotor del Estado Lara como medida sancionatoria.
Bueno es recordar que, en su momento de mayor esplendor, el número de unidades afiliadas al gremio del transporte que prestaban servicio en Barquisimeto estaba en el orden de 3.500 y 3.700. Ahora, si acaso, habrá unas 300 o 400 funcionando, cada una por su cuenta y sin control de ninguna autoridad.
En segundo lugar, se aprobó una nueva Ordenanza sobre Transporte Colectivo Público, lo que ha permitido a la AMTT aplicar multas “por cobro excesivo de las tarifas del transporte colectivo”.
Muy bien. Pero con multas y sanciones, muchos transportistas fijan sus propias tarifas y sus propias rutas que, por cierto, resulta que recortaron por voluntad propia la extensión de las diferentes rutas a menos de la mitad del recorrido original, lo que les permite cumplir por lo menos cuatro o cinco vueltas más de las que efectuaban antes de la eliminación de la concesión, y todas con llenos totales, lo que significa que se “meten” una buena “bola de billetes” diariamente.
Vale entonces analizar y estudiar los resultados de las acciones emprendidas por la AMTT.
Las ‘rutas chivo’
Otra “solución” que se ha tratado de implementar es la de la eliminación de las ‘rutas chivo’, cuando resulta que estas ‘rutas-chivo’; con todo y el riesgo que ellas significan, son las que en parte alivian las largas esperas en las colas.
Además, y por si todo lo anterior fuese poco, muchos de estos transportistas no respetan ni el pasaje preferencial estudiantil ni el de la tercera edad, cuando resulta que el primero de ellos está contemplado tanto en la Ley de Servicios Sociales como en la referida Ordenanza Municipal sobre Transporte, y el segundo también se contempla en dicha Ordenanza.
Más unidades
Una medida para solucionar este serio problema simplemente es que haya muchas unidades colectivas prestando servicio, llámense autobuses o busetas, y hasta ‘rapiditos’.
La pregunta al abogado Rodríguez es: ¿Cuándo podremos ver esa premisa hecha realidad en Iribarren? ¿Y por qué no aprovechar ahora, cuando el presidente Nicolás Maduro, puso en marcha la Misión Transporte, a la que el primer mandatario nacional le ha inyectado millones de bolívares?
Más allá de parcialidades políticas, los barquisimetanos esperan una pronta solución al problema del transporte público.