Vanessa Bryant, esposa del fallecido Kobe Bryant y su hija Gigi (Gianna María), aún no se recupera de la tragedia en el accidente del helicóptero y en el que también murieron otras siete personas el pasado mes de enero.
Su dolor es demasiado grande, está destrozada y así lo hizo saber en una publicación de Instagram, como parte del duelo por las muertes de sus seres queridos y de aquellos que los acompañaban.
“Mi mente se rehúsa a aceptar que Kobe y Gigi ya no están”, escribió. “Estoy intentando procesar que Kobe se fue, pero mi cuerpo se niega a aceptar que mi Gigi nunca más volverá conmigo. Me siento mal”.
“¿Por qué debo despertar cada día si mi nena no va a poder tener esa oportunidad?” Estoy tan enojada. Gigi tenía mucho por vivir”, dejó leer a través de Instagram.
Debe permanecer fuerte para las tres hijas que le sobreviven, Natalia, Bianka y Capri, de apenas siete meses de nacido.
Vanessa trata de seguir adelante, aunque para ella nada es normal “Es parte del duelo. Sólo quería compartirlo en caso de hallar a alguien que ha experimentado una pérdida como esta. Dios, ojalá estuvieran aquí y esta pesadilla terminara. Rezo por todas las víctimas de esta horrible tragedia. Por favor, sigan rezando por todos”, afirmo.
La publicación incluyó un video de la revista Slam sobre Kobe Bryant como entrenador del equipo de basquetbol de su hija Gianna.
Bryant falleció el 26 de enero, cuando el helicóptero que lo llevaba a él, a su hija y siete personas más chocó en una colina en Calabasas, California, mientras iban a un torneo femenino en Mamba Sports Academy, la academia de Kobe.
John Altobelli, coach de Orange Coast College, su esposa Keri y su hija Alyssa, además del piloto Ara Zobayan y amigos de Bryant, Christina Mauser, Sarah Chester y su hija Payton también estaban en el helicóptero.
Vanessa anunció la semana pasada que programó un servicio, al que calificó como “celebración de vida” para el 24 de febrero en el Staples Center para honrar a su esposo y a su hija Gianna, de 13 años.
Antonio José Seijas
Foto: Vannesa Bryant todavía está en shock, al no aceptar la pérdida de sus seres queridos