Cuando el entorno social, económico y político no marcha bien, es común que nuestro empleo, negocio o institución comience a ir mal y terminamos siendo víctimas de la crisis. Algo como esto viene ocurriendo desde hace algunos años en Venezuela, sin embargo, la convicción, el optimismo, el talento y la fe de los venezolanos les ayudan a reinventarse y salir a flote.
El mundo deportivo no escapa de esta realidad y la Liga Internacional de Fútbol Menor del estado Lara en un digno ejemplo de reinvención.
Dicen que en la crisis aparecen las mejores oportunidades y este grupo con 20 años de trayectoria en el mundo deportivo larense y nacional, así lo demuestra. Tener claro su propósito: consolidar una liga mucho más competitiva, ha sido la clave.
El Dr. Nicolo D’ Anna Caruso, junto a un grupo de amigos, funda en julio de 2000 la Liga Internacional de Fútbol, con el objetivo organizar a tantas academias de fútbol menor en una estructura organizada.
“Durante los primeros cinco o seis años la Liga tuvo un gran auge. Muchos de los jugadores que conformaban las diferentes selecciones del estado en todas sus categorías, salían de la Liga Internacional. Luego la dinámica del país fue cambiando, lo que mermó el apoyo y patrocinio a los torneos.
Aunque sigue funcionando, la liga se debilita ahora con menos equipos y nivel competitivo, y su fundador se va del país, cuenta José Antonio Quintero, gerente deportivo de la Liga Internacional, desde hace tres años, pero con una trayectoria deportiva y gerencial que le valieron para asumir ese reto.
“La Liga es bastante probable que la cerremos”, me dijo el Dr. D’Anna, y yo le respondí, “siento tener la capacidad y la visión para llevar y hacer crecer la liga, porque yo me formé y crecí profesionalmente en esta organización y no creo justo que desaparezca. Yo me hago cargo y asumo la responsabilidad aportando mi granito de arena”.
Quintero comenta que desde hace tres años la liga ha tenido un repunte sostenido y que se rodeó de un capital humano joven y talento en diferentes áreas. “Los muchachos han respondido de la mejor manera posible y el éxito se viene consolidando cada día con la incorporación de nuevas academias, indica Quintero con orgullo
Basándose en la premisa de que en el deporte la reinvención o la reingeniería deben mirarse en función del trabajo en equipo, acota que ese trabajo de grupo ha permitido repuntar en patrocinadores, en la proyección en medios de comunicación, y convertirse en referencia nacional. “Hemos realzado y reinventado a la liga”.
Demostrando claramente el foco de este proceso de reinvención, Quintero explica todo lo que hacen para fortalecer el nivel de competitividad de los niños y de la práctica misma del deporte. El terreno, el arbitraje y hasta la capacitación, son lineamientos orientados a cumplir con el propósito establecido. “Por esta razón la liga se ha convertido en la vitrina para los jugadores, técnicos y árbitros, de cara al campo profesional”.
El deportista y gerente compara la situación actual con la de estancamiento en la que cayeron por la crisis nacional, pero con la actitud de encontrar oportunidades en las adversidades, confiaron en esa sangre joven que aporta sus ideas y mira sin miedos la posibilidad de hacer lo que nunca antes se pensó hacer.
Ellos reconocen sus potencialidades, lo cual fortalece su proceso de reingeniería. Han tenido la oportunidad de viajar, hacer comparaciones, y concluir que la capacitación del talento deportivo: jugadores, técnicos y árbitros, ha sido estratégica para diferenciarse de los demás.
Por otra parte, le han dado a la práctica del deporte una dimensión humana que lo hace transcender. Semanalmente hacen hasta 75 partidos, concentrando unas cinco mil personas entre jugadores y sus familiares. Se convierte entonces en una jornada recreativa, fraterna y, sobre todo, motivadora. “Esta motivación la hemos sabido aprovechar para crecer”.
A la fecha hay 2.350 niños registrados, muchísimos de ellos con edades entre los 6 y 14 años, es decir, nacidos en plena era tecnológica, lo cual la Liga, siempre olfateando nuevas oportunidades, ha sabido aprovechar. Un portal web, la gestión de las redes sociales y hasta la creación de APPS, han sido herramientas estratégicas para crecer y fomentar el apego de los chamos.
“Tenemos años trabajando en esto y podemos sembrar para ver el fruto de nuestra cosecha”, dice Quintero, reconociendo que sintieron miedo al asumir el reto, pero confiaron en sí mismos, en su capacidad para reinventarse cada día, en cada oportunidad.
Sin perder de vista sus bases y orígenes: el fútbol de barrio, el fútbol descalzo, la liga sueña con crecer y demostrar que con organización y gerencia, en el fútbol menor pueden tenerse buenos futbolistas y buenos ciudadanos.
Un niño en una cancha es un delincuente menos.
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Julio Urdaneta
FOTOS: @angelzamb11 / Cortesía