Los trabajadores de la industria cementera de Venezuela no van a cesar en su lucha por lograr condiciones que signifiquen una verdadera calidad de vida, “y salir de una vez de esta hilera interminable de calamidades por las cuales estamos pasando”.
La anterior manifestación provino de Orlando Chirinos, presidente de la Federación Nacional Trabajadores del Cemento, el Concreto y el Transporte de Venezuela, y, además, diputado suplente al Consejo Legislativo del Estado Lara (CLEL).
Chirinos emitió tal aseveración luego de haber regresado a Barquisimeto, en donde reside, tras participar en Caracas en una asamblea nacional del gremio que lidera, con representación de sindicatos filiales de nueve entidades federales, en la cual se emitió dicho pronunciamiento.
Informó el dirigente que, en dicha asamblea, se denunciaron las “infamantes condiciones” en que viven los trabajadores cementeros de todo el país, con un salario mensual que, si acaso, llega a tres dólares mensuales.
–Pero también se denunciaron los acosos, los amedrentamientos y las persecuciones que, desde el gobierno mismo, se han desplegado contra los trabajadores y contra el liderazgo cementero en diversas partes del país. Incluso: Yo mismo he sido victima de esa persecución, y me han puesto preso en dos oportunidades, y actualmente enfrento una calificación de despido.
“¡Qué cinismo!”
–Una situación, por cierto –recalcó–, sencillamente similar a la que estamos viviendo todos los trabajadores venezolanos por culpa de este gobierno, un gobierno que, además de inepto y corrupto, está liderado por un presidente supuestamente “obrerista”, pero que ha convertido a los obreros venezolanos en simples indigentes. ¡Qué ironía, ¿No…?! O, mejor dicho: ¡Qué cinismo…!
Informó Chirinos que, ya desde hace varios meses, los trabajadores cementeros han elevado la denuncia en torno a cada una de tales situaciones a todas las instancias de gobierno, incluso desde la presidencia de la república, para abajo.
–Pero, hasta ahora, no hemos obtenido ninguna respuesta, como no sea lo que ya antes indiqué: Acoso, persecuciones y amedrentamientos, incluso con despidos arbitrarios e injustificados.
Paralelismo sindical
Denunció asimismo el dirigente que, de paso, también el gobierno y su partido se han dedicado a un divisionismo sin precedentes, “creando estructuras sindicales paralelas, simplemente para acallar o para servir de apagafuegos a las luchas de los trabajadores por conquistar sus verdaderas reivindicaciones, es decir, una verdadera canallada antiobrera”.
Abundando en detalles, se refirió Chirinos a algunos detalles técnicos, tales como el hecho de que, en la actualidad, en las diferentes plantas cementeras del país, se produce apenas un millón de toneladas métricas anuales de cemento, “cuando resulta que, hasta el año 2007, se producían nueve y hasta diez tonelada del producto al año”.
Asimismo, Chirinos se permitió desmentir al presidente de la Corporación Socialista del Cemento, Marco Tulio Díaz, quien anunció hace ya un tiempo que se importaría cemento a otros países, cuestión que todavía no ha ocurrido, porque no hay producción suficiente para ello.
–Pero también hay que desmentir una vergonzosa mentira de ese señor, quien tuvo el tupé de decir en cadena nacional que el sueldo de los trabajadores cementeros estaba en el orden de los 300 dólares mensuales, cuando la realidad es la de que apenas devengamos tres dólares mensuales, como antes indiqué.
–De paso, la calidad de nuestro cemento ha disminuido enormemente, ya que ahora lo que producimos es un cemento de aducción, es decir, de muy baja resistencia, y eso se debe a que, lamentablemente, en nuestra industria cementera, no hay ya control de calidad alguno.
Informó asimismo Chirinos que, una vez concluida su asamblea, los trabajadores cementeros se concentraron en la Plaza Caracas de la capital de república, para denunciar públicamente su situación, exigir el cese de las persecuciones y reclamar una contratación colectiva acorde con la realidad actual del país.
Reinaldo Gómez