El estado de Sao Paulo en Brasil fortaleció las medidas restrictivas en busca de frenar el fuerte brote de COVID-19 en la zona. Este jueves determinó la suspensión de celebraciones religiosas y eventos deportivos previniendo un posible colapso en los sistemas sanitarios.
La decisión estará vigente entre el 15 y 30 de marzo, fue anunciada en una rueda de prensa por el gobernador paulista, Joao Doria, después de que el estado registrara esta semana un récord de 517 muertos en 24 horas en lo que calificó como el “momento más crítico” de la pandemia.
“Llegamos al momento más crítico de la pandemia, nuestros hospitales están llegando al límite máximo de ocupación (…) Brasil está colapsando y si no frenamos el virus, lo mismo pasará en Sao Paulo”, advirtió Doria.
La medida también incluye una recomendación para que las escuelas reduzcan “al mínimo necesario” las actividades presenciales y adelanta para marzo los festivos previstos en abril y octubre.
Este jueves, Sao Paulo contabilizaba un total de 20.976 personas ingresadas por complicaciones de la enfermedad, de las que 9.184 se encuentran bajo cuidados intensivos, un récord que ya se renueva por vigésimo día consecutivo.