El presidente salvadoreño, Nayib Bukele, generó controversia al afirmar que los grupos criminales de Haití deben ser aniquilados de la misma manera en que su Gobierno abordó la situación en El Salvador. Estas declaraciones surgieron después de que ofreciera ayuda para resolver la grave crisis que enfrenta la nación caribeña.
Bukele expresó su postura a través de la red social X, comentando un video que muestra a un criminal haitiano involucrado en actos de canibalismo contra una víctima. El presidente destacó la necesidad de abordar la situación en Haití de manera similar a como su Gobierno enfrentó las pandillas en El Salvador.
El mandatario salvadoreño ha ofrecido en varias ocasiones su modelo de combate a las pandillas para ayudar a otros países. Bajo su administración, El Salvador implementó el Plan de Control Territorial, que resultó en la detención de más de 77,000 pandilleros y una notable reducción en la tasa de homicidios en el país.
Bukele ha condicionado la ayuda para resolver la crisis en Haití a la aprobación de las Naciones Unidas y del propio país caribeño. Aunque ha reiterado su disposición a colaborar, no ha proporcionado detalles específicos sobre cómo abordaría la situación.
Estas declaraciones han generado un intenso debate sobre la estrategia de Bukele y su efectividad en la lucha contra el crimen organizado, así como sobre la viabilidad y las implicaciones éticas de aplicar un enfoque similar en otros contextos