En una entrevista exclusiva con Santiago Castellanos, co-creador del podcast venezolano Ni Me Ladilles, descubrimos cómo transformó la incertidumbre de la pandemia en un proyecto exitoso. Desde sus inicios improvisados hasta convertirse en un referente del entretenimiento digital, Santiago nos revela los desafíos, aprendizajes y planes futuros que han marcado su camino en el mundo del podcasting.
En el vertiginoso mundo de los podcasts, donde la competencia es feroz y la originalidad es clave, surgen propuestas como “Ni Me Ladilles”, un podcast creado por dos jóvenes venezolanos, Santiago Castellanos y Eugenia Siso, quienes lograron ganarse el corazón de su audiencia gracias a su estilo auténtico y su enfoque innovador. Lo curioso de este fenómeno es que su creación no fue producto de una estrategia de marketing ni de una idea empresarial en un entorno estable. Surgió, en realidad, en medio de la crisis global que trajo consigo la pandemia de COVID-19.
El surgimiento de «Ni Me Ladilles»
El podcast comenzó como una reacción personal al caos y la incertidumbre que trajo consigo el confinamiento. Santiago Castellanos relata que, tras mudarse a España después de haberse graduado en Audiovisuales, se vio sumido en una crisis existencial: buscaba trabajo en su área, pero la pandemia lo dejó sin oportunidades y sin recursos. Dormía en el sofá de sus padres, sin saber qué hacer. En ese contexto, las interacciones en redes sociales, particularmente en Twitter, fueron una salida. Fue en esa plataforma donde comenzó a interactuar con Eugenia Siso y la idea de crear un proyecto conjunto se fue cocinando lentamente.
“Fue un desespero por darle una vuelta a nuestra vida y hacer algo que fuera sostenible durante la pandemia. Y así nació ‘Ni Me Ladilles’”, explica Castellanos. Aunque la idea surgió en 2020, no fue hasta el verano de 2021 cuando el proyecto comenzó a materializarse, una vez que ambos se encontraron en un momento más tranquilo y listo para abordar el podcast con la seriedad que requería.
Innovación y diferenciación en un mar de podcasts
El mercado de los podcasts, saturado por creadores que buscan destacarse, hizo que Santiago y Eugenia tuvieran que buscar formas de sobresalir. Sin embargo, Castellanos destaca que el secreto para diferenciarse no es necesariamente buscar algo totalmente nuevo, sino ser auténtico. “Lo diferente de nuestro podcast es que somos nosotros, no hay ningún otro podcast como ‘Ni Me Ladilles’ porque no hay otra persona como Eugenia Siso y no hay otro como yo”, explica.
El formato del podcast fue también un factor clave para su éxito. Mientras que muchos se producen de manera tradicional con mesas de trabajo y equipos costosos, «Ni Me Ladilles» comenzó con una propuesta más cruda: grababan a distancia con teléfonos móviles y micrófonos económicos. A pesar de que la calidad técnica al principio era modesta, el enfoque estuvo en ofrecer contenido genuino que pudiera conectar con su audiencia. “Lo primero fue enganchar con buen contenido, luego mejorar lo técnico cuando tuviéramos el soporte”, afirma Castellanos. Este enfoque les permitió construir una audiencia fiel que no solo los seguía, sino que también los apoyaba económicamente a través de plataformas como Patreon.
Un punto clave en su trayectoria fue el apadrinamiento por parte de Escuela de Nada, un grupo de creadores de contenido venezolanos con gran trayectoria en el medio. Santiago resalta que, al ser parte de este proyecto, han recibido una gran cantidad de apoyo, tanto en términos de asesoría como de contactos profesionales. “Ellos nos guiaron en muchos aspectos: desde la producción hasta la estrategia de negocio”, comenta, destacando que tener a alguien con experiencia en la industria detrás les dio un empujón significativo en su crecimiento.
El apoyo de Escuela de Nada también les abrió puertas para realizar su primer show en España, donde recibieron una recomendación directa para encontrar productores. Este tipo de relaciones ha sido fundamental en su camino hacia el éxito.
El reto de ser público
A pesar del éxito y el cariño de sus seguidores, Santiago reconoce que la fama tiene su precio. Como alguien que se considera reservado y que tiene una fuerte conexión con su vida privada, la exposición constante en internet ha sido un reto. “Es complicado porque el internet no es un reflejo exacto de la vida real, y no debería serlo. Tú puedes compartir lo que quieras, pero también hay límites», explica.
Un episodio que marcó un punto de inflexión fue cuando Santiago publicó fotos de su relación en redes sociales, lo que generó una oleada de tráfico hacia la cuenta de su entonces pareja. “Fue muy intimidante para él, y desde ese momento decidí ser mucho más privado sobre mi vida personal”, confiesa. Esta experiencia lo llevó a replantearse cómo maneja su exposición y a ser muy consciente de lo que decide compartir en internet.
“El público venezolano te ama con la misma rapidez con la que te odia”
En cuanto a la relación con sus seguidores, Santiago se muestra agradecido, aunque reconoce que en el contexto venezolano las críticas pueden ser especialmente duras. «El público venezolano te ama con la misma rapidez con la que te odia. Te suben al altar y, al día siguiente, te quieren tumbar», reflexiona. Según Castellanos, esto es una característica de la dinámica social venezolana, donde la crítica a veces se vuelve destructiva. Sin embargo, se muestra optimista, confiando en que con el tiempo, el entendimiento y el respeto por el trabajo de los demás crecerá.
Mirando al futuro, Santiago revela que están trabajando en una renovación importante del podcast, tanto en cuanto a su estética como de contenido. “Queremos un retoque de todo. Manteniendo nuestra esencia, pero dando un giro que se note muchísimo más”, comenta. Además, anticipa que tienen planes de llevar su show en vivo a Estados Unidos el próximo año, lo que representa un paso importante en la expansión de su audiencia.
Por otro lado, Santiago también está explorando proyectos en solitario, con la posibilidad de incursionar en stand-up o monólogos, aunque aún está buscando el formato que mejor se adapte a su estilo.
A los futuros emprendedores
Para aquellos que desean emprender en un país como Venezuela, Santiago tiene varios consejos. Primero, recomienda desarrollar un concepto bien claro antes de lanzarse. “Desarrolla bien tu idea, tu imagen y tu público objetivo. Luego, comienza con moderación en cuanto a la inversión, porque a veces las expectativas son altas, pero los resultados no siempre lo son al principio», afirma.
También advierte sobre las críticas en internet, asegurando que tener una “piel gruesa” es crucial, ya que siempre habrá personas que se opongan a tu trabajo, sin importar cuánto te esfuerces por hacerlo bien. “Lo más importante es aprender a gestionar las críticas y no dejar que te afecten demasiado”, concluye Castellanos.
“Ni Me Ladilles” es el ejemplo perfecto de cómo un proyecto nacido en tiempos difíciles puede convertirse en un referente de éxito gracias a su autenticidad, la perseverancia y la capacidad de adaptarse a los cambios. El podcast, que comenzó como una necesidad de sobrevivencia, se ha consolidado como un espacio de entretenimiento y reflexión para miles de oyentes, escribiendo su historia con cada episodio.