Un hecho inédito se vivió en la primera división del fútbol colombiano, cuando el equipo Águilas Doradas de Río Negro debió jugar obligatoriamente con siete jugadores ante el Boyacá Chicó tras un brote de Coronavirus en la plantilla, para evitar alguna sanción administrativa, debió jugar la 18va jornada del campeonato así.
El cuadro Antioqueño sufrió la baja de 16 jugadores contagiados por Covid-19, al igual que varios integrantes del cuerpo técnico, incluyendo al entrenador venezolano Francesco Stifano, también dieron positivo.
El equipo solicito ante la Dimayor, ente regulador, posponer el encuentro ya que sólo le quedaban siete jugadores, sin embargo, las condiciones del campeonato y estatutos de la FIFA, el mínimo de jugadores a presentar en la cancha es siete.
El Boyacá Chicó debido a su posición comprometida en la tabla del descenso, reclamó para que se diera el partido ya que estaba urgido por los tres puntos.
Águilas se vio contra la pared, ya que si no jugaba podría recibir una sanción administrativa y debió alinear sus siete jugadores a jugar, de las cuales dos son porteros.
Salieron con dos carteles exigiendo un juego limpio y primero la salud, acción que recibió el apoyo de miles de seguidores en las redes sociales.
Los primeros 45 minutos, increíblemente se defendieron con todo y lograron evitar goles en toda la primera mitad. En el segundo tiempo, ya las condiciones físicas no aguantaban más y recibieron tres goles, y al minuto 78′ un jugador de los siete, se lesionó y el partido terminó por forfeit.
DS/Foto: Cortesía Prensa Águilas Doradas