La oposición política de Pakistán derrocó al asediado primer ministro en una moción de censura el sábado 9 de los corrientes, al ganar el proceso luego que varios aliados de Imran Khan y un partido clave de coalición lo abandonaron.
La oposición, que abarca el espectro político desde la izquierda hasta los radicalmente religiosos, formará un nuevo gobierno, y el presidente de la Liga Musulmana de Pakistán, uno de los partidos políticos más grandes del país, asumirá el cargo de primer ministro.
Anticipando su derrota, Khan, que acusó a la oposición de coludirse con Estados Unidos para destituirlo, pidió a sus partidarios organizar protestas en todo el país. Las opciones de Khan son algo limitadas y, de contar con una gran presencia de sus partidarios, podría aprovechar el ímpetu de las protestas callejeras para presionar al Parlamento a organizar elecciones anticipadas.
En un apasionado discurso el viernes, Khan redobló sus acusaciones de que sus oponentes se coludieron con Estados Unidos para derrocarlo por sus decisiones en temas de política exterior, que con frecuencia parecían favorecer a China y Rusia y desafiar a Estados Unidos.
Ante este panorama la destitución del primer ministro mediante un voto de censura en el parlamento dejó a Pakistán en medio de una fuerte crisis política, en que el ahora ex mandatario está convocando a protestas y la oposición se preparaba a nombrar a un reemplazo, lo cual se hizo efectivo.
El primer ministro, Imran Khan, fue destituido en un día lleno de drama político y comentarios vitriólicos. Sus partidarios acusan a Estados Unidos de orquestar su salida y su partido abandonó el parlamento poco antes de la votación. Al final 174 de los 342 legisladores votaron para destituirlo, dos más de la cantidad necesaria.
La destitución de Khan ocurre en momentos en que tenía malas relaciones con las fuerzas armadas y en que la economía cae en crisis debido a la fuerte inflación y a la caída de la moneda nacional, la rupia.
La grave situación en el país asiático continúa y el Parlamento eligió al legislador de la oposición Shahbaz Sharif como nuevo primer ministro.
Sharif era el único contendiente. Es hermano del exprimer ministro Nawaz Sharif, pero su elección no garantiza un camino claro a seguir, ni resolverá los muchos problemas económicos del país, incluida la alta inflación y una crisis energética vertiginosa.