La ‘pandemia económica’ preocupa a los venezolanos más que el COVID-19

Después de alcanzar una inflación de más de un millón y medio por ciento en 2018, el gobierno de Nicolás Maduro había conseguido mantener la variación de precios por debajo del 30% en febrero y marzo de 2020, pero el tímido logro, gracias a una parcial apertura económica sin estrictas regulaciones al sector privado, se desvaneció en la cuarentena.

Así lo analiza la agencia Reuters, en la misma jornada cuando el FMI califica de «desastre económico» lo que ha ocurrido en la nación caribeña y la Asamblea Nacional del país reportó que la inflación de abril creció cuatro veces más que el mes anterior, ubicándose en 80%.

La fuerte escasez de gasolina que impacta la distribución de alimentos y el sorpresivo salto del tipo de cambio al doble de su valor en los últimos dos meses han incidido en el aumento constante de los precios de los productos más esenciales, señalaron a la agencia de noticias una docena de industriales y analistas consultados.

La versión que ha dado la administración de Nicolás Maduro explica que una nueva oleada especulativa se desató para atacar al gobierno, que reaccionó con una nueva lista de precios acordados, un ajuste salarial y fiscalizaciones nacionales al comercio, en tanto la cotización del dólar no oficial cedía pero, la del Banco Central, terminó superándola. El mundo al revés.

Sin embargo, el efecto en el bolsillo del venezolano ha sido irreversible. El diputado AN, Ángel Alvarado, informó que la inflación acumulada alcanza 341,61% y la interanual 4210%, mientras que la canasta básica se ubicó en $280.

Según el congreso opositor, los rubros que más experimentaron aumentos fueron: Alimentos 53%, Bebidas Alcohólicas 132%, Vivienda 112%, Salud 162% y Transporte 108%. Todos a la luz de una escasez de combustible que empeoró la situación, coronada con focos de protestas callejeras en, al menos, cuatro ciudades del país.

Mientras el FMI asegura que «no han cambiado las condiciones» para que le apruebe préstamos de emergencia al Gobierno de Nicolás Maduro, la situación del país caribeño sigue debatiéndose entre la angustia de las escaladas del dólar no oficial, la escasez de combustible, las limitadas posibilidades de ingresos ante las sanciones impuestas por EEUU y la caída de los precios del petróleo, la mayor fuente de ingresos de la nación, que ahora se enfrenta a la contracción causada por cese de las actividades finacieras, debido a la pandemia.

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