En un rincón bullicioso de Caracas, se encuentra el Atelier de Robin Morales, un joven diseñador que ha logrado conquistar a su clientela con piezas únicas y elegantes. En esta entrevista, exclusiva para Nicoletta, de El Informador Venezuela, comparte su recorrido en el mundo de la moda, sus desafíos como emprendedor en Venezuela y la inspiración detrás de su nueva colección, «Pentimento».

Robin Morales no siempre tuvo la moda en su horizonte. Su plan inicial era convertirse en arquitecto pero, al no lograrlo, se volcó hacia las artes escénicas. Fue durante esos estudios cuando sus compañeros notaron su talento innato para diseñar ropa y lo animaron a explorar esta carrera. “Siempre como hobby le he hecho vestidos a mis amigas”, comenta Morales, recordando esos primeros pasos que lo llevarían a un camino diferente.

En 2018, Morales se graduó en Diseño de Moda, enfrentándose a la incertidumbre de posicionarse en Venezuela. La transición no fue sencilla, pero encontró apoyo en su círculo cercano. “Mis propias clientas y amigas, a las cuales les hacía vestidos en el proceso de estudiar, regaron la voz”, recuerda. Desde el día de su graduación, el flujo de nuevas clientas comenzó a crecer, cimentando su reputación en el ámbito de la moda.

El Atelier de Robin Morales, ubicado en diversas partes de Caracas, es el corazón de su operación. Aquí se producen todas las etiquetas de Romo y Robin Morales, excepto la materia prima. Este espacio no solo alberga la parte operativa, sino también un showroom donde las clientas, previa cita, pueden medirse, encargar y probarse los vestidos de la línea Romo.

La última colección de Morales, bautizada «Pentimento», está profundamente inspirada en el Ballet Clásico, una pasión de toda su vida. La obra homónima de Vicente Nebrada, un destacado coreógrafo venezolano, sirve como musa para esta serie de diseños. “El nombre de Pentimento deriva del italiano y significa para mí ‘reedición’”, explica Morales. Este término encapsula su deseo de renovar su estilo sin abandonar sus raíces clásicas, especialmente ahora que ha ampliado su equipo y Atelier.

Entre las piezas de «Pentimento», Morales tiene varias favoritas. Destaca un vestido color uva con escote en V y drapeado, y otro verde con cutouts en la cintura y trenzado en la parte posterior. La colección refleja su amor por el lujo discreto y el buen gusto, apuntando a mujeres que valoran la elegancia sin caer en la ostentación.

Emprender en Venezuela

Ser emprendedor en Venezuela presenta desafíos únicos. Morales confiesa que producir en el país “no es nada sencillo”, debido a la complejidad logística y los largos tiempos de espera para obtener materiales. Sin embargo, el orgullo de ver una etiqueta que dice “Hecho en Caracas” lo compensa. La dedicación y el esfuerzo invertidos en cada vestido pasan por múltiples manos y procesos antes de llegar al cliente final, muchos de los cuales residen fuera del país y solo están en Venezuela por un corto tiempo.

Mirando hacia el futuro, Morales sueña con expandir su marca, pero mantiene una visión clara y realista. “Lo que pido todos los días es mantenerme vigente”, afirma. Esta vigencia y relevancia en el competitivo mundo de la moda son sus metas a largo plazo, con la esperanza de que su estilo clásico siga resonando entre sus seguidores.

Robin Morales ha demostrado que, con pasión y perseverancia, es posible transformar un hobby en una exitosa carrera en la moda, incluso en un entorno tan desafiante como el de Venezuela.