Producto de la acusación presentada por el Ministerio Público, fue condenado Gerardo Antonio Quintero (46) a cumplir 20 años de prisión tras admitir su responsabilidad en el feminicidio de su expareja, Iraima Coromoto Quintero (28).
Tal hecho ocurrió el 4 de mayo del presente año, en la parroquia Santiago, ubicada en el municipio Urdaneta del Estado Trujillo.
De acuerdo con la investigación, durante ese día, la dama mantuvo contacto telefónico con el agresor, quien le solicitó que se viesen de forma clandestina.
Durante el encuentro, surgió entre ambos una acalorada discusión, y, de las palabras, el asunto pasó a los hechos,
Fue entonces así cómo el hombre, en un acceso de ira, tomó a su ex pareja por el cuello, la apretó con todas sus fuerzas, y allí mismo le causó la muerte mediante asfixia mecánica; además de romperle la tráquea, ocasionarle trauma craneal y contundentes golpes en región abdominal.
El cuerpo en la maleza
Luego de ello, el homicida dejó el cuerpo entre la maleza cercana al lugar del hecho.
Los allegados se percataron de la desaparición de la mujer, y decidieron buscarla por su cuenta, hasta cuando un tío de la víctima dio con la ubicación del cadáver.
A su vez, encontraron al agresor dentro de una casa donde permanecía oculto en estado de shock.
Vale señalar que, en ese momento, todavía el hombre llevaba consigo la ropa que tenía restos hemáticos (sangre) de la occisa, según confirmaron los análisis forenses.
En tal sentido, el hombre resultó aprehendido y puesto a la orden del Ministerio Público.
Por cierto que, producto de las averiguaciones, se comprobó que Quintero había sido detenido anteriormente por una denuncia en su contra, relacionadas con violencia y acoso.
Familiares de la fallecida relataron, en entrevistas, que la víctima sostenía discusiones a menudo con su expareja, y que, pese a ello, mantenían encuentros íntimos apartados de sus conocidos y del núcleo familiar.
En la audiencia preliminar, la Fiscalía 12ª del Estado Trujillo ratificó la acusación contra Gerardo Antonio Quintero por la comisión del delito de feminicidio agravado.
Una vez que fue escuchada la admisión de los hechos por parte del acusado, el Tribunal 1° de Control en esa entidad federal emitió la referida condena, y ordenó su reclusión en el Internado Judicial del Estado Trujillo.
Fuente: Página Web-Ministerio Público
Gráfica: referencial
RG