La bielorrusa Victoria Azarenka supo capitalizar las dolencias en el tobillo de Serena Williams, dolores que venían afectándola durante todo el US Open, y supero viniendo de atrás 1-6, 6-3, 6-3 para avanzar a la final del abierto estadounidense, algo que no conseguía desde 2013. Se enfrentará contra la joven japonesa Naomi Osaka.
La estrella estadounidense se mantuvo en esa posición durante unos segundos que parecieron eternos. Se sujetó el tobillo izquierdo y pidió la ayuda de una kinesióloga. Tras solicitar la pausa, recibió un vendaje. En un santiamén, su intento por obtener un 24to título de Grand Slam parecía descarrilar, aunque Azarenka se aprovechó del momento, logró 12 winners e incurrió apenas en un error no forzado en el segundo set. Dominó desde la línea de fondo en el tercero, especialmente con el revés.
“¿Han pasado siete años? Ése es mi número favorito. Supongo que debía ser así. Estoy muy agradecida por esta oportunidad”, manifestó la bielorrusa, quien se coronó en el Abierto de Australia en 2012 y 2013, además de perder la final del US Open ante Williams en esos dos años. “En el camino a la final hay que vencer a las mejores. Hoy eso fue lo que ocurrió”.
La derrota dejó a Williams otra vez en el umbral de ese escurridizo 24to cetro. Fue vencida en la final de cuatro de los siete torneos anteriores del Grand Slam, incluidas las ediciones de 2018 y 19 en Flushing Meadows.
El sábado se medirá con la japonesa Naomi Osaka, quien logró reponerse ante la estadounidense Jennifer Brady al doblegarla 7-6 (1), 3-6, 6-3. Regresó así a la final en Flushing Meadows, dos años después de conseguir el campeonato.
Daniel Sosa con información AP
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