El joven Juan Requesens, brillante y valiente diputado por Primero Justicia, fue trasladado a arresto domiciliario tras pasar 752 días en El Helicoide, la siniestra prisión política que, junto a Ramo Verde, parece ser de las peores de Venezuela.
Otros 110 presos fueron excarcelados y recibieron indultos. Evidentemente, la razón de estas «liberaciones» es la cercanía de las elecciones legislativas. Y como los opositores detenidos son más de 300, lo razonable, creo, es que «liberen» a más gente.
En mi opinión, le temen al general Baduel y a los otros militares que siguen presos. Entre los primeros 110 no está Baduel. A él le temen porque tiene cierto prestigio entre los militares. Tal vez recuerden que le devolvió el poder a Hugo Chávez tras el golpe de abril de 2002. Y la contrainteligencia cubana lo señala como un enemigo tremendo.
¿Por qué lo hizo Maduro? Creo que porque está en una crisis total. Las sanciones económicas de medio mundo —en primer lugar, las de EE.UU.— son de una gran eficacia. La confiscación de cuatro buques petroleros relacionados con Irán y destinados a Venezuela —aunque Teherán lo niegue— fue la última y más contundente señal. El gobierno de Maduro sabe que Elliott Abrams, el diplomático estadounidense a cargo de coordinar la ofensiva contra su régimen, habla en serio cuando asegura que Maduro debe abandonar el poder para comenzar la transición hacia la democracia.
La oposición venezolana —opino— no debe negarse a hablar de una salida electoral, siempre y cuando las elecciones las organice y dirija la OEA. Si el régimen de Maduro no piensa hacer trampas, ¿por qué rechazaría que Luis Almagro se haga cargo de las funciones de un CNE tan cuestionado por todos? Almagro y la OEA son los únicos que pueden otorgarle respetabilidad a los acuerdos que se tomen y a los comicios que se realicen.
Por supuesto que Maduro perdería el poder político. ¿A cambio de qué? A mi juicio, de una “amnesia” política que duraría 10 años. No una amnistía, que nadie puede darle a los supuestos narcotraficantes y asesinos de esa dictadura, sino de una amnesia, como la que hubo en España tras la muerte de Francisco Franco, porque los delitos de los que los acusa la oposición no son «amnistiables». En España se optó por no perseguirlos de oficio y declarar una especie de amnesia —o ignorar los crímenes de unos y otros— para solucionar el problema. Ese es el camino menos accidentado.
Tomada de CNN en Español
Carlos Alberto Montaner (@CarlosAMontaner) es escritor, periodista y colaborador de CNN en Español. Sus columnas se publican en decenas de diarios de España, Estados Unidos y América Latina. Montaner es, además, vicepresidente de la Internacional Liberal. Las opiniones expresadas en este comentario son exclusivamente suyas.