El papa aseguró hoy que «el mundo está sediento de paz» y recordó el sufrimiento de las víctimas de la guerra en Ucrania, adonde ha viajado el cardenal Konrad Krajewsk para transmitirles «la cercanía del pontífice y la Iglesia» en estos difíciles momentos.
Francisco recordó, al término del rezo del Angelus en la plaza de San Pedro, que el próximo martes viajará a Kazajistán en la que será «una ocasión para encontrar a muchos representantes religiosos y dialogar como hermanos animados por el común de paz, paz de la que nuestro mundo está sediento».
Durante su estancia de tres días en ese país, que el Papa calificó de un «peregrinaje de paz», Bergoglio participará en el Congreso de líderes de las religiones mundiales tradicionales», a cuyos participantes trasladó su deseo de avanzar hacia la paz, antes de referirise, como casi cada domingo desde su inicio, a la guerra de Ucrania.
«Continuamos rezando por el pueblo ucranio, para que el señor lo reconforte y le de esperanza», dijo el papa, antes de añadir que «en estos días el cardenal Konrad Krajewsk, prefecto del Dicasterio para el servicio de la Caridad, esta allí para visitar varias comunidades y testimoniar concretamente la cercanía del papa y del Iglesia».
Además, el pontífice quiso recordar a la monja italiana Maria De Coppi, de 83 años, asesinada el pasado martes en el ataque que sufrió la misión en la que vivía en la localidad de Nacala, en Mozambique, del que lograron escapar con vida otras dos religiosas, una italiana y una española.
Francisco alabó a misionera comboniana, que sirvió en Mozambique «por amor durante casi 60 años» y rezó para que «su testimonio dé fuerza y coraje a los cristianos y a todo el pueblo mozambiqueño».