«El estado Bolívar, especialmente en los municipios del sur, en los últimos años ha sido, producto de la minería y ahora con el atroz ecocidio registrado en el Arco Minero del Orinoco, el epicentro de la violencia contra las mujeres y de la explotación sexual de niñas y adolescente». Así lo denunció, este domingo, María López, activista social y miembro del equipo de Griselda Reyes en la mencionada entidad.
Según cifras de la Comisión Para los Derechos Humanos y la Ciudadanía citadas por la dirigente; solo en lo que va de 2020 se han documentado 15 femicidios, 13 de estos entre enero y agosto de este año.
Detalló que los dos últimos crímenes fueron perpetrados contra las ciudadanas Giannelly Pirrongeli y Raquel Araque Pita, hechos acaecidos en los municipios Piar y el Callao al sur de la región. De acuerdo a su descripción, Araque Pita (17) fue asesinada a puñaladas por su padrastro Sanin Quintero (48), mientras que Pirrongeli (23), con siete meses de embarazo, cayó víctima de su pareja.
«Esto es el reflejo de la más dura descomposición social que atraviesa Venezuela, producto de dos décadas de desgobierno», acentuó la portavoz. Agregó que Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia define el femicidio como la forma más extrema de violencia de género causada por odio o desprecio a su condición de mujer.
Además de estos dramáticos casos, López argumentó su tesis señalando que en el municipio Caroní, entre julio y agosto se registraron 22 casos de violencia, 13 de estos perpetrado contra menores entre los 14 y 17 años, abusadas sexualmente en la mayoría de los casos.
Ante esta desoladora realidad, López cuestionó la falta de acciones legales del Ejecutivo que frenen este flagelo y que sigue convirtiendo a las mujeres venezolanas en blancos de los más terribles ataques.