Para el ingeniero Atilano Linares, el voto sin garantías electorales y el diálogo sin resultados son instrumentos inservibles si de lo que se trata es de rescatar la democracia y de restablecer el orden constitucional en el país.
Como ya se ha informado, Linares integra un núcleo de dirigentes socialcristianos que no reconocen ni la vigencia ni la transparencia del proceso electoral programado para el 21 de noviembre próximo, en ninguna de sus facetas y etapas.
En una declaración escrita hecha llegar hasta nuestra redacción, el dirigente político refiere que no es cierto aquella premisa de que el voto es la única arma que tiene el pueblo para tratar de salir de la satrapía de Nicolás Maduro “y de sus secuaces”.
-Ese proclamar era cierto y tenía vigencia cuando el voto en Venezuela tenía valor, pero, después de los fraudes del 30 de julio de 2.017, 20 de mayo de 2.018 y 6 de diciembre de 2.020, ya no lo es.
También existe “la protesta pacífica”
-Existe también otro mecanismo perfectamente democrático y constitucional, como lo es la protesta pacífica de calle, que no tiene por qué ser diaria, y que debe excluir las “trancas” anárquicas y autodestructivas.
-A ello, hay que sumar la intensificación de la crítica implacable contra el régimen, pero con argumentos contundentes y convincentes, sobre todo para convencer a muchos venezolanos a los que se les ha lavado el cerebro.
-Todo eso, por supuesto, a través de las redes sociales y de las pocas rendijas que apenas quedan en los medios públicos independientes que todavía, de alguna forma, se mantienen, bien sea impresos o digitales.
-Porque algo que hay que recordar, y que muchos interesados han tratado de que se olvide, es que, en la consulta popular del pasado mes de diciembre del año 2.020, más de seis millones de venezolanos dijeron que sí a la lucha continuada por el cese de la usurpación y por la realización de elecciones presidenciales y parlamentarias libres y trasparentes.
-Entonces, ¿Vamos ahora a traicionar lo que ese mismo pueblo nos contestó masivamente en esa consulta, e incluso vamos a desoír la posición de la comunidad internacional, que tampoco reconoce al régimen madurista?
El voto debe tener futuro
-Ahora bien, ciertamente –agregó Linares–, para que pueda tener valor, el voto debe también tener futuro, y en Venezuela no lo tiene; y, si por casualidad la oposición llegase a ganar algunas gobernaciones, el gobierno les designa protectores, o padrinos, o qué sé yo qué cosa.
-Y, con las alcaldías, simplemente les niegan los recursos, o se los asignan al tal “poder comunal” o “poder popular”, o sea un irrespeto y un abuso totales, aun cuando el régimen exige permanentemente “respeto total” para los resultados electorales, sobre todo cuando le favorecen.
-Recuérdese, si no, las elecciones de gobernadores del 2.017, que ganaron limpiamente Juan Pablo Guanipa en el Zulia y Andrés Velásquez en Bolívar, y, yendo más allá, lo que pasó con la contundente paliza que se le dio a este gobierno de bravucones en las elecciones parlamentarias del año 2.015.
-De todas maneras, estamos claros en que la salida de esta satrapía mafiosa y criminal no será fácil ni rápida, sino harto difícil y sin estimación de tiempo, pero el llamado es a perseverar en la lucha.
Reinaldo Gómez