El Museo de Barquisimeto presenta la faceta oculta de pintor del legendario comandante guerrillero Argimiro Gabaldón Márquez (Trujillo, 1919 – Lara, 1964) conformada por treinta obras en la técnica del óleo. Creaciones edificadas en las corrientes tradicionales del paisaje, retrato y la figuración las imperantes en el país durante su ciclo vital.La suya es una pintura de representación. Esa realidad lo condiciona como novel pintor cuando todavía en el país no se conocían las transformaciones que, a partir del inicio del siglo XX, se registran en Europa con el advenimiento del impresionismo y el abstraccionismo con su amplio abanico.Es un autodidacto de la plástica con estudios de arquitectura en Brasil con apenas una exposición a mediados de la década de 1940-
En una aproximación a sus obras es notable la huella de un magnífico dibujante, Ese cometido lo logra plenamente Gabaldón en el íntimo dedicado al Salvador del mundo Jesús. El suyo es un Jesucristo muy original,solitario de finas facciones en profunda meditación que recuerda los 40 días que pasó en el desierto en lucha con el demonio que lo tentaba a pecar. Para lograrlo se vale de los colores blanco, amarillo y beig más un fondo oscuro que subraya elmomento de soledad.El blanco pese a lo neutro es muy atrayente lo que hace a conciencia. Una estampa del Redentor despojada del sufrimiento y dolor que padeció antes y durante la terrible crucifixión. Lo significativo es que elude presentarlo derrotado sino en pose reposada y reflexiva. Evidencia además un espíritu abierto y flexibleante una corriente filosófica como el cristianismo enfrentada por el marxismo.
Los retratos de los pintores Armando Reverón y Pablo Picasso se distinguen por su marcada expresividad. A Reverón lo pinta con la fuerza del artista insatisfecho, triste y deprimido. El permanente contestatariodespegado del mundo cotidiano con abundante barba y cabellera descuidada para lo cual recurre a colores fríos.Mientras que Picasso por el contrario tiene los rasgos físicos de un hombre fuerte, altivo, desafiante y dominante con severa mirada muy consciente de sus potenciales. El autor lo refleja con algunos colores cálidos muy excitantes a la vista. Son 2 estupendos íntimos que denotan sudestreza para el dibujoy despliegue de variados colores que los dotan de vigorplástico que despierta el interés del espectador.
Otro cuadro muy bien concebido es el del hombre casi en estado de pánico en pose elevada en el espacio.Una creacióncercana al surrealismo que trae a la mente la teoría darwiniana de la evolución biológica. Junto a ese rostro aparecen las siluetas de otros hombres suspendidos también en el aire en una tirante atmosfera que envuelve al observador. Una obra con valores filosóficos, técnicos y estéticospintado con color azulfrío que transmite un efecto de cautivante misterio.
En Hombre Bohemio refleja certeramente esa condición humana con los rasgos que le caracterizan estableciendo un enlace inmediato con el espectador. Mientras que en la serie Hombres trabaja finamente la figuración, aunque sin mayor preocupación por los rostros que prácticamente esboza.
El Calvario tambiénpatentiza esos niveles de excelencia estética por las sensaciones que emite, entre éstas la resuelta composición. Es un cuadro impregnado de dramatismo en que se cruzan una mujer y 4 hombres teniendo como fondo una cruz. Basta con observar los semblantes de los involucrados en la secuencia para comprobarlo. El Gólgota, como también se le conoce, está asociado al dolor, maltratos, humillación y crucifixión que padeció Jesucristo. Elautor se compenetra con ese hecho apelando al color oscuro de fondo que opera como una pantalla que recalca la desesperante atmósfera reinante. El pavor de sus miradas y gestos impactan al más indiferente ante la inminencia de la muerte en la cruz. Su pesovisual principal es el rostro de la angustiada mujer.
Los paisajes suelen ser como la primera escuela de los pintores de su época. A nuestro entender lo más complicado del asunto es la composición y perspectiva. Pero ambos elementos los domina a fondo reflejado en el cuadro El Río muy bienresuelto. Con todo, en los paisajes se notala primacía de los colores inmediatos del entorno. Explicable por formar parte de su etapa primogénita en que prevalecen la impericia ylas reiteraciones del novato pintor.
Su obra representa el testimonio de un hombre revolucionario, culto, sensible y honesto.Es la presenciaestéticadel político marxista que también intentó el asalto al cielo pinceles en mano. Falta por conocerse su obra escrita en: poesía, narrativa con 2 novelas, etnografía, historia y política.
Twitter @freddytorreal11
Es casi una pirimicia por lo novedoso
Adenás evidencia conocimiento del tema